iii ── El parque.

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──  ¡Callate Lizzy, nos van a sacar de la clase! ──  le grito en susurros a su compañera de asiento.

La nombrada se tapó la boca y fingió estar escribiendo lo que él maestro escribia en la pizarra.

Ya habían pasado once años desde aquel encuentro en el parque. Varias primaveras, varios inviernos y ningún encuentro entre ellos, pero el recuerdo de una promesa está presente, no sabía cuál pero tenía ese sentimiento de cumplir algo.

Después de un sermón por el maestro, se quedó observando la ventana a lado de ella, era temporada de invierno por lo que en su cuello colgaba una bufanda roja se la había hecho su abuela en el invierno pasado y desde ese entonces no se la ah quitado.

──  ¿Tienes tiempo después? ──  preguntó su amiga castaña, compañera de asiento.

──  Lo siento pero hoy no puedo... ──  le contesto con una mueca cuando fue interrumpída.

──  Solo será un rato, Dayamii ~ ──  canturreo en un pequeño berrinche, sangoloteando el brazo de la azabache.

──  Debo ayudar a mi papá en la tienda. ──  contestó la oji - ámbar.

Matt; el papá de Dayami había puesto una pequeña tienda para darle trabajo a su hija y ganara un poco y sepa administrarlo.

Pequeñas gotas empezaron a caer y unas cuantas golpear contra la ventana, la azabache soltó un suspiro cansado, no había traído paraguas.

...

Caminaba con un poco de dificultad entre el pasillo principal que da a la salida de la escuela, todos los alumnos de la escuela empezaron a empujarse para salir más rápido, la salida es lo que más espera uno.

Cuando por fin la azabache pudo salir se puso el gorro del suéter que traía puesto se acomodo la bufanda y así empezó a caminar bajo la leve lluvia hacia la tienda.

Tratando de recordar algo, un chico con paraguas negro pasó alado de ella, Dayami lo observó un pequeño rato de reojo y siguió su camino cuando él había pasado de largo.

Cuando ella cruzó la calle, el oji - celeste se volteo para buscarla pero ya no la encontró.

. . .


──  ¡Llegué papá! ──  la azabache entró por la puerta de atrás del pequeño puesto.

──  Ten. ──  le entregó unas llaves. ──  hoy no podré venir ayudarte a cerrar.

──  No hay problema. ──  sonrió en dirección a su padre.

──  Ya me voy.

──  Adiós, cuidate... ──  la oji - ámbar se despidio de su padre.

'F A I R Y T A L E' albedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora