Encuentro

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—¿Y si fuéramos a marte?.
Si esa había sido la pregunta más tonta que le pudo hacer, pero Ara parecía tan aburrida leyendo el ostentoso libro que no dudo en seguir la platica.

—Bueno sería una pésima idea, los humanos son, bueno eso.

—Quieres decir que son un poco egoístas, materialistas e ignorantes.

—Bueno si

Había logrado hacerla hablar, se sentía orgullosa pues ella solo hablaba con Sam, él cual había dicho en diversas ocasiones que Ara es increíble.
Tras algunas preguntas más terminaron haciendo un resumen demasiado interesante sobre el libro que la maestra Sonia les había prestado, Katie no planeaba hacer absolutamente nada puesto que ni siquiera compartían clases y los libros era para el proyecto de los menores, pues en esa ocasión se encontraron compartiendo clase porque su maestra de literatura saldría antes y debía impartir sus horas, logrando así tener a ambas juntas.

Así que mientras se dirigía a Mates logró ver a Sam entrando al aula y tomando dos asientos hasta el final de esta, y es que para nadie era un secreto que Katie y Sam siempre se alejaban del resto, tomaban su espacio y luego cada uno tomaba un rumbo diferente tras la siguiente clase.

—Hola, creí que faltarías hoy—cuestionó Katie tras recordar la última llamada—¿cambio algo?.

—Todo va bien—rápidamente negó—es solo que mamá tuvo que cancelar la cita, creo que iré el fin.

—Excelente—su voz alegre inundó los oídos del contrario—debo contar algo—su voz tembló—es importante.

—Y bien, ¿de que se trata?.

—Hable con Ara, no fue la gran cosa, pero hable con ella.

—Genial—la miró con una sonrisa enorme—¿pero cuándo sucedió?.

—Compartimos la clase de literatura y hablamos sobre el libro asignado, solo eso.

—Bueno al menos fue algo.

Dejaron el tema ahí al ver al profesor Henry entrando al aula, este vestía con su traje negro y una camiseta celeste, haciendo lucir su esbelta figura y lo atractivo que era, al ser el maestro más joven en el instituto tenía a algunas chicas suspirando, y aun así el vestía como si fuera ahí a enamorar a alguien, la realidad golpeaba fuertemente cuando este se comportaba tan inexpresivo y hablaba de su materia, era bueno nadie dudaba de aquello, pero sus clases a veces solían ser bastante complejas dejando en claro que quería que sus alumnos se llevarán la mayor cantidad de conocimiento posible.

Al pasar las horas Katie se encontraba más ansiosa, la realidad era que Ara no era para ella alguien nueva , la había visto en el festival de música realizado por los del club de música y teatro hace un mes, como la vio en varias ocasiones en la biblioteca hace más de un año.
Ahora ambas coincidían, pero la cuestión era difícil cuando ambas era bastante diferentes y a las dos les costaba mantener una conversación.
Así que, ahí se encontraba, frente a la enorme entrada de la bonita cafetería del Colegio Ardes Hamilton, intentando relajarse y preguntándose si sería demasiado hablarle y pedirle que almorzara junto a ellos.
Pero para su sorpresa todo fue diferente a lo planeado.

—Planeas quedarte todo el día ahí—señaló a su costado—no lo tomes a mal, pero es raro.

—No era la idea—bacilo—solo esperaba a alguien.

—¿Segura?.

—Si, a Samuel, creo que lo conoces.

—Claro—asintió—el chico lindo de biología.

¿Y si fuéramos a marte? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora