Ya habían pasado algunas semanas desde que invite a Emily a jugar, un termino curioso ¿no? Estoy loco por ver su cara cuando sepa lo que vamos hacer, ¿Cómo reaccionaria? Su rostro con una expresión de terror, sus labios temblando del miedo sus extremidades encogiéndose por el dolor que le podría ocasionar. Llámenme sádico, y la verdad no mienten, No le quiero hacer daño, O bueno no tanto, es una niñita con gran potencial solo que no lo sabe.
Aun recuerdo lo que me dijo Kyle, no negare que me sorprendió.
Flashback
Me adentro en el bosque detallando la cabaña a pocos pasos, me fijo en la en figura que esta recostada en la puerta, (Kyle) ¿Qué estará haciendo por aquí? En menos de un minuto tengo al frente.
—Hola Kay—intento pasar por su lado pero su brazo me detiene—¿Qué haces?-Pregunto
Hace días que no viene a la cabaña, y ahora viene a joder.
—Esa pregunta debería hacerla yo, ¿Qué haces? ¿Qué mierda buscas con esa niña?
Sabia a quien se refería, pero no dije nada
—Solo es curiosidad—Miento, es mucho mas que una simple curiosidad—Además, te veo muy apegado a ella, ¿por que será? No sabia que eras un pedófilo.
Lo miro esperando un golpe o algo, pero no hace nada.
—Creo que tiene la marca—anuncio—Así que será mejor que te alejes de ella.
Abro los ojos, sorprendido ¿Cómo mierda puede tener una niña así, tener una marca tan... Macabra?
Y sin decir mas se fue.
***
La verdad la advertencia de Kyle no me intimido mas bien, me atrajo mas a esa niña. Sabia casi todo de ella, teniendo en cuenta que la conozco desde unos meses. La única mujer en la secta es Lina, y no estaría mal tener a alguien con quien jugar.
Cogí uno de los papeles esparcidos en la mesa, estoy aburrido y mis pensamientos vuelan, me adentro en la lectura.
La cabaña
Había una vez una pareja que vivía en lo profundo del bosque, el hombre, un leñador que se pasaba todo el día trabajando, y la mujer, una ama de casa que dedicaba a servirle a su marido. Un día el esposo fue al pueblo, a buscar leche y pan, los cuales se habían acabado. Vio que el pueblo estaba repleto de niños que saltaban y corrían alegres, una sonrisa involuntaria se asomo por los labios de leñador, y pensó, "Mi mujer yo tendremos un hermoso bebe" .
Al llegar a la cabaña aun con la sonrisa plantada en los labios, entro en la cabaña dejo la pequeña cesta en la mesa, y fue a la habitación donde se encontraba su mujer tejiendo un suéter de lana, la mujer de pelo negro y hermosos ojos verdes, advirtió de la llegada de su marido y alzo la mirada, en los labios de la mujer surco una pequeña y tímida sonrisa, el leñador siempre se fascino por la belleza de su esposa , era pequeña, frágil, pero muy hermosa. Aun no recordaba la ultima vez que se perdió en su hermoso cuerpo, o beso sus suaves labios.
Saliendo de su ensoñación, miro a la mujer que aun tejía el suéter. El hombre se acerco a la mujer atrayéndola hacia el, el leñador no lo quería admitir pero estaba muy nervioso.
--¿Pasa algo?-La voz de su mujer lo distrajo-Estas sudando, ¿te sientes bien?
No la dejo hablar mas, y sello sus labios con un beso, mujer confundida tardo en seguir el beso, pero luego de unos segundos tenia la mano en su pelo pidiendo mas, el hombre alzo a la mujer y esta enredo las piernas en su cintura.
--Te extrañe tanto--Susurro el hombre.
Ambos veneraron sus cuerpos con pasión esa noche.
***
El tiempo pasaba y el embarazo no florecía, el hombre se deprimió profundamente cuando se entero que su mujer no podía concebir, habían intentado de todo pero nada, nada funcionaba. Una noche en lo oscuro de su habitación, el leñador vio a su mujer dormir, pensamientos confusos arremolinaron la mente del pobre hombre, de repente una voz se escucho.
—¿Con que un bebe?—Una voz rasposa interrumpió el silencio—¿Eso es lo que quieres?, puedo darte dinero, vida eterna, lujos, pero pides un bebe.
El leñador tardo en el hablar, con el miedo calándole los huesos. "Esta aquí, pensó, el esta aquí"
—S-si -la voz del leñador temblaba—¿Puedes dármelo?—pregunto.
La voz aun desconocida, soltó una leve carcajada.
—Por supuesto, pero necesito algo a cambio.
De la oscuridad salió un hombre alto y fornido, media aproximadamente 1.90, sus ojos eran negros como la noche y tenia un deje de oscuridad que lo envolvía, el pequeño leñador no era nada comparado con ese hombre.
—¿Qué quieres?—hablo el leñador—¿Qué puede querer una cosa como tu?, —El leñador se dio cuenta de su de fallo—D-digo, T-tu lo tienes todo, ¿Qué mas podrías querer?.
El hombre camino hacia el leñador lentamente.
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La cabaña
Misterio / SuspensoUn pueblo, una nueva visitante, una curiosidad que saciar. Dice un dicho que la curiosidad mato al gato, tal vez no mato a Emily , pero si mato su cordura