Las cosas que nunca pude decirte ©

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Aún recuerdo muchas salidas que hicimos juntos... no solos, porque casi siempre fue en compañía de mi hermano y su novia.

Creo que solo salimos solos una vez, te acompañé a comprarte unas zapatillas y en el camino a la tienda, yo abrazada a ti, me preguntaste si yo te quería.

En ese momento no sabía que decir, pero termine diciendo que sí, porque te tenía cariño... y puede que algo más que eso pero no pude aceptarlo.

Recuerdo que en cada pausa en el semáforo me acariciabas la pierna, y me preguntabas cosas que me hacían sonrojar porque sabía con que intenciones lo hacías.

No te gustaba que yo quiera ir lento, querías que yo te de todo de mí, ¿Pero por qué solo yo debía hacer eso? No puedo entregarme a una persona que aún no era capaz de decirme directamente que yo le gustaba también.

Estábamos bien en nuestro juego de coqueteo... nos gustaba abrazarnos y darnos besos, siempre y cuando no sean en la boca estaba bien, porque cruzar esa línea estaba prohibido.

Conmigo a solas eras diferente... no tenías miedo a nada, pero cuando estábamos con mi hermano o su novia, evitabas estar tan pegado a mí.

Porque ellos por otro lado te habían pedido que te alejes de mí. Tal vez vieron que yo terminaría herida y claro... no podían permitirlo.

Yo solo tengo dieciocho y tú veinticuatro. Ellos pensaban que yo solo era un juego para ti... que yo no era nada en serio y solo me veías como entreteniendo, ¿Yo era eso para ti? Me duele de solo pensarlo.

Todo comenzó a derrumbarse cuando un día estábamos tomando unas cervezas después del trabajo, eramos la novia de mi hermano, un amigo más y nosotros dos.

Tú tenías que ir a buscar algo y me pediste que te acompañé. Yo sonreí y acepté, dejando a nuestros amigos solos.

Mientras esperábamos por nuestra comida para llevar, no sé como... pero de alguna forma que no recuerdo ahora, terminamos cruzando esa línea roja.

Me besaste.

Y luego otra vez.

No fueron besos largos, apenas y fueron dos roces en cada uno, pero ese efímero contacto fue suficiente para que yo supiera que estaba en problemas.

Porque tú mismo horas antes... me habías dicho que le ibas a pedir a una chica que sea tu novia.

Incluso pensabas hacerle un video para pedírselo al día siguiente. Te viste emocionado contándome como sería, aunque al principio no querías, pero insistí y me lo dijiste.

Por eso aquellos besos me dejaron confundida, ¿Por qué lo hiciste? Yo podía aguantar verte con otras, porque sabía que al fin y al cabo lo nuestro era un juego, que con la llegada de tu chica iba a terminar.

Pero no... me besaste dos veces.

Y lo peor fue sentir que aquello no se iba a volver a repetir.

Me destrozó.

[♡]

Nota de autora:

Creo que esta historia no llega ni a los diez capítulos, ando choqueada porque en ese caso sería la más corta de todas, pero bueno... espero que les haya gustado♡

Les amo.

Besos y abrazos.

- A.F