Holografía

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En el apacible transcurrir de las horas la mariposa aletea dispersando chorros de agua y bebe del estanque haciendo vibrar la probóscide. Se oye el siseo permanente de la corriente y el chasquido del ramaje. Ojos ensombrecidos por cejas pobladas contemplan el chapoteo en el cuenco de la palma elevado a la altura del tórax.

Al esparcir las gotas estalla la fuerza. La mariposa se ahoga en sus aleteos, se esfuerza buscando zafarse para volar hacia sus compañeras, en tanto se ensanchan las cejas y se achican conforme ocurre el trémulo de las alas. Esas alas proyectan espectacularmente la luz del sol. Las capas de cristales negras en la superficie cambian a tonos verdes conforme va modificándose el ángulo de la vista. El hombre da sombra a los helechos y oye el cantar de los cuculíes en los pinos del corralón. Silba, débil, casi imperceptible. Flores anaranjadas con tonalidades rojas del kulli se esparcen con el viento y llegan hasta las orillas del estanque. Piensa mientras silba. Piensa al ritmo del silbido, del aleteo y del gorjeo.

Con un lapicero traza letras en el cuaderno rayado de hojas de papel periódico. El hombre se mantiene parado y las manos húmedas mojan las hojas de la página. El lapicero despide tintas azules, en tanto el rabillo del ojo asiste a la incorporación lenta de la mariposa trasponiendo sus patas mientras yergue las antenas. Entonces se oye un balbuceo: el deletreo, el trabajo forzado que cumple la laringe por orden del cerebro:

"En la luna de tus ojos brilla una mariposa que revolotea de felicidad, abre sus alitas de cristal, se perfuma con el aroma de tus labios y chapucea en el agua de tus cabellos... La noche estrena su manta negra y tu sonrisa la ilumina con su claridad. La tristeza engulle distancias que separan a nuestros cuerpos y una hoja de árbol que cae y se acuesta bajo tus pies alienta mis ganas de susurrarte al oído toda la exaltación."

¿Podrás incorporarte tan exitosamente de estos gélidos rocíos, como lo hace esta mariposa pequeña que nació probablemente hoy y que durante largos meses anduvo como larva de cuerpo verde y palpitante que todos veían asqueados, devorando hojas y flores de capuchina y despidiendo baba de color negro cuando algunos pies la pisaban? Dices que te encanta, porque te dejas llevar por la superficialidad. Así está mejor. El primer impacto es lo que cuenta.

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