Entrelazados

Capitulo III: Volver

Hay momentos en tu vida dónde te pones a pensar realmente quién sos, o que es lo que estás viviendo. Hay gente que se pregunta su propósito y otros que quizás ni lo hacen.
Lali si era de esas personas que de vez en cuando se sentaba y pensaba en ella, pensaba en por qué tiene la vida que tiene -obviamente es la vida que siempre quiso- y algo que aprendió con el paso del tiempo es a valorar los momentos y las cosas que el universo le da. Aunque a veces se manda de una y hace las cosas sin pensar.
Por otro lado está Peter, él si es de esas personas que cuando quiere algo lucha hasta conseguirlo, pero si también es verdad que cuando tiene algún proyecto nuevo se toma su tiempo para pensar, analizarlo y después decidir que hacer, él nunca va a dar un "si" de una, pero tampoco va a dar un "no" en ese instante.

Ellos siempre tuvieron la necesidad de ser libres, de no prohibirse ciertos sentimientos ni emociones, hay muchas clases de sentimientos y los que ellos sienten cada vez que se ven son esos de nostalgia, amor y recuerdos. Cuando ellos se rozan, se ven, sienten como un ardor interno, ese ardor que te provoca algo que amas, pero ninguno de los dos lo reconoce ni se lo dice al otro. Quizás prefieren tomar caminos diferentes y estar con otra persona, ni ellos saben porqué hacen eso, no saben porque no toman esa decisión de una. Pero para que eso pase tienen que tener un golpe que los haga razonar y como dije anteriormente se tienen que calmar y pensar en lo que realmente quieren.

-Hola... -Lali le abre la puerta a Candela- ¿Cómo estás, gor? -y ellas aman jugar a hacerse las chetas (que realmente son, pero unas con diferentes actitudes y mucho mejores).

-Bien. Recién vuelvo de la casa de mi vieja, ah...y dice que te extraña -Cande y Lali se conocen desde los 11 años, sus familias son unidas, se aman y se respetan muchísimo.

-En cualquier momento le caigo para que me haga una rica torta como las que nos hacía cuando íbamos a grabar.

-La otra vez me hizo una. Estaba muy rica... y antes que digas algo te traje un poco, anda y abrí la mochila que ahí está -y antes que lali diga algo, le avisa que obviamente como buena amiga le guardo algo de su torta preferida.

Esa tarde Lali y Candela la pasan viendo unas películas, tomando mate y riéndose de cualquier cosa. Y así son ellas, apenas se ven saben lo que la otra piensa, apenas se ven se ríen, tienen tantos recuerdos que cuando uno se les viene a la mente se desesperan por contarlo.

Muchos recuerdos quedaron ahí, intactos, aunque hay otros que prefirieron olvidarse o directamente no se acuerdan muy bien. Con Peter pasa algo parecido, ellos se acuerdan de todo lo que vivieron, de su primera pelea, su primer te amo, su primera vez, la primera cita y todas esas cosas cursis que hace una pareja de 15 años.

Ese día Peter había visto una historia de Lali dónde contaba que estaba por empezar a grabar una nueva serie. Él al instante quiso mandarle un mensaje felicitándola y dándole muchas energías, así es él. Ella también siempre hace eso, pero quizá a él nunca se le escapa ningún detalle, y todos sabemos lo olvidadiza que es Mariana.

-Hola La... -Lali atendió al segundo cuando vio tu nombre en la pantalla- ¿Cómo andas?

-Hola Pitt, bien bien. Acá, organizandome y ¿vos?

-Bien también. Te quería felicitar por la nueva serie, hace poco hable con la productora y me habían contado sobre un nuevo proyecto pero no sabia que serias vos la protagonista -y es verdad, cuando se entero el pecho se le infló de felicidad y orgullo.

Y así es como de vez en cuando ellos hablan, a veces sólo para hablar de sus proyectos y otras veces sólo para contarse como están.