Capítulo 7.

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– Freya sintió que algo andaba mal, así que le dijo a Ottar, que la esfera no mostraba lo que estaba haciendo Bell. Que había perdido su rastro y que todo eso era porque había pensado que era bueno enviarlo afuera ahora, para que pueda ver la vida fuera de sus cuatro muros, pero que estaba sintiendo escalofríos de repente. En respuesta, Ottar le pregunto donde fue la última vez que lo vio, y Freya le dijo que era como un lugar oscuro. Que no estaba segura. –


– Como no sabían en donde podría encontrarse, Ottar llamo a los blingard para ayudarlos con la búsqueda. Allen también apareció diciendo que siempre supo que causaría algo así en algún momento, y le dijo que si él lo encontraba lo golpearía demasiado. –


– Cuando las fuerzas de búsqueda se separaron, de repente una gran explosión los sobresaltó. Una cortina de fuego se prendió y la casa de la familia Loki se volvió un caos. El equipo, sobresaltado, se preguntaron qué estaba pasando en ese lugar y corrieron hacia ahí. –


– En la sede de la familia Loki, Finn, Riveria, Gareth y las demás salieron asustados por el repentino ataque. Buscaron el indicio de la explosión, y ocurrió otra explosión más. Una de las torres colapsó y varios otros miembros se juntaron con Finn y las demás. –


– Finn grito, ¿Qué está ocurriendo? Riveria pidió calma a los de nivel bajo, asustados. Aiz, Tiona, Tione y Lefiya también salieron preguntando que quien había hecho eso. Aiz respondió que veía la silueta del culpable parado en la cima de otra Torre. Riveria alzo la voz, gritando que quien estaba ahí. Entonces, un rayo color violeta se dispara en la otra torre, y la silueta se mueve a través de la estructura derrumbándose. –


– Cayo de puntillas, sobre sus rodillas, la mirada ardiente de Bell cegado por su propia condición, y resentimiento de sus sentimientos hacia Freya. Que lo llevo a levantar su espada apuntando a los altos mandos de la familia Loki. Finn lo reconoce, y le pregunta que qué tenía en mente para llegar hasta aquí y atacarlos de esa manera. –


– Bell le grita que alguien había cometido un gran pecado. Llevarlo a confundirse. Que su camino estuviera ligeramente quebrado, y que lo pusieran en esa situación era imperdonable. Le grito que la persona responsable debía morir. Que Aiz Wallenstein debía morir en sus manos ahora mismo. –


– Finn le pregunto, Por qué Aiz. Que tenía que ver Aiz en todo eso. Que le hizo a él en primer lugar. –


– Bell le repitió que su camino se estaba torciendo por su culpa, y que no podía dejar que siguiera así. Al momento, su habilidad de [RAY] se activó, y su cuerpo mostro descargas violetas. –


– Finn no quería una situación en la que se vieran envueltos con la familia Freya. Entonces Aiz se colocó delante, y le dijo que, ¿Por qué ella? Era el quien siempre le buscaba pelea. ¿Entonces por qué ella? –


– Bell le dijo que ni el mismo lo sabía. Luego apunto hacia Aiz, y le soltó un corte de arriba abajo que la partiría por la mitad. Finn y Gareth se movieron rápidamente para detener el ataque. Sin embargo, en ese momento llego Ottar, quien detuvo el movimiento oscilante de la espada de Bell con la mano. –


– A su atrás apareció Allen, que le ataco en las piernas, doblegándolo hacia abajo, y Hedin lo mantuvo en el piso con un solo pie sobre su espalda. Ogni, y los hermanos Gulliver, también aparecieron. Se colocaron delante de los miembros principales de la familia Loki, separando a Bell de la familia Loki. –


– La tensión subía cuando los miembros con mayor nivel se miraban entre sí. Todo se quedó en silencio. Tanto Finn, como Riveria, y Gareth, se pusieron ligeramente tensos, aunque firmes frente al grupo de Freya. –


– Por su parte. Finn había deducido desde el principio que todo esto era por Ainherjar y su llegada ahí mismo. Ósea el grupo de Freya estaba ahí por Bell y no tenían la intención de comenzar una batalla abierta contra la familia. Así que, con una señal, les dijo a todos que mantuvieran la calma y que nada ocurriría. –


– Mientras el aire pactado del encuentro de las facciones se hacía pesado, Ottar les dijo que lo sentían y que se irían inmediatamente. Desaparecieron en el mismo instante, dejando a todos con una rara impresión. –


– De regreso a la mansión de Freya, Allen le grito, Alfrigg y sus hermanos le escupieron, diciendole que si volvía a hacer a volver a preocupar a Freya lo harían tan mierda que la mierda parecería algo no tan mierda como él luego de que acabaran con él, y que la única razón que no lo hacían ahora era porque Freya lo vería luego. Luego de eso se fueron, y Bell fue llevado a la habitación de Freya como esta había decidido. –


– Freya fue dura. Le dijo que se estaba portando como un niño malcriado, y que hubiera preferido no darle la falna si esto lo iba a llevar a tantos problemas. Le dijo que estaba pensando en quitarle su bendición, para que así no tuviera que seguir con la esta cruel pelea. Sin embargo, Bell no quería. Realmente no quería, y sus lágrimas agitaron el corazón de Freya, que incluso le dijo que estaba bien, que no le quitaría su falna. –


– Cuando estaba más calmado. Bell le cuenta que tenia un problema. Le cuenta sobre Aiz y como esta le hacia estragos en su cabeza. Freya, aunque sorprendida, se ríe. Nunca había esperado a que Bell mirara a otra mujer que no fuera ella, realmente no lo esperaba. Así que le cuenta sobre lo que estaba sintiendo y que probablemente, el sentimiento se haría mas fuerte en él futuro. Sin embargo, Bell no quiere esos sentimientos. Los odia, porque lo alejan de ella. Freya se siente ligeramente avergonzada por la actitud y sus palabras, y le dice que porque no prueba hablar con Aiz a solas en otra ocasión y que lo ayudaría. Pero Bell se rehúsa, y le dice que prefiere olvidarlo. –


– Los sentimientos que desprendía Bell eran tan fuertes que ella podía sentirlos. Confusión, amor, odio, tristeza, pasión, anhelo... muchos de ellos combinados. No sabia que hacer ante la aglomeración de emociones que desbocaba. –


– No pudo contenerse más. Entonces le dijo que lo ayudaría. Que haría que él olvidara a Aiz. Que el sentimiento seria enterrado en lo profundo de su corazón y que no volvería a recordarlo. Se sentó junto a él esperando una respuesta, y lo vio dudar. Ligeramente inquieto, entrecerró los ojos, y dijo que sí. Que no quería sentirse así más. –


– Entonces, Freya le pide permiso para modificar su memoria y su corazón. –

Ainherjar GOD - REESCRITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora