Capítulo 03: Escapé

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Desperté, levantándome de mi cama con un bostezo y estirando ambos brazos - ¿Qué día será hoy?. Agarré mi celular que estaba encima de una mesa pequeña al lado de mi cama, lo prendí y observé la fecha de hoy.

-Al fin, seis de Noviembre - dije caminando hacia mis armarios de ropa. Rápidamente me cambié y me aliste para comenzar el día, al terminar salí de mi cuarto y bajé las escaleras. Al bajar las escaleras pensaba ~esos perezosos nunca se levantan temprano, tendré que salir por el desayuno~

Salí de mi casa en dirección a una tienda de víveres por cosas para el desayuno, cuando estaba llegando veo a un pequeño grupo conversando y no puedo evitar escucharlos hablar. -Saben que he estado viendo el nuevo juego Sword Art Online por dónde vivo y no pude evitar saber de qué se trataba- dijo un tipo de unos 20 y algo, con unos cuantos pelos en el mentón. -¿enserio? Yo también lo he visto, es un gran juego virtual - dijo uno de sus amigos que se encontraba sentado en una silla de madera.

-¿Sword Art Online?, ¡¡aah... debemos ir a comprarlo ahora, es su salida oficial! - dijo otro sujeto quien estaba al lado del tipo, sudando un poco por la cara preocupado. En eso ellos concordaron que si y si no llegaban iban a perder unas copias del juego, ellos se fueron con caras angustiadas y algo preocupadas, mientras que yo los observaba pensando en lo ingenuos que eran esos tipos. ~ya casi nadie podrá tener una copia del juego, nadie que lo compre hoy lo podrá tener, sólo 10 000 tendrán este gran honor~ pensaba yo teniendo mis manos en los bolsillos mientras tenía mis ojos entrecerrados.

Aquellos beta testers que habían ganado el juego podrán preordenar el juego en su versión oficial antes de su salida oficial, es por eso que yo no tuve que ir a comprar el juego en su versión terminada. En cuanto seguía caminando tenía que girar una esquina la cual había girado muchas veces antes, pero esta vez fue algo diferente, yo estaba a punto de doblar la esquina mientras pensaba en la suerte que había tenido por una vez en mi vida y con los ojos cerrados, creí que nada pasaría al girar la esquina así que seguiría normalmente, estaba equivocado. Al poco tiempo de haber girado mi cuerpo para voltear, un suave impacto chocó contra mi pecho, y antes de que me diera cuenta unos rizos dorados se estaban volando hacia el suelo, había chocado contra una persona, se trataba de una chica rubia con 15 centímetros más pequeña que yo.

-Diablos... - dije sin imaginar lo torpe que era. Se había caído al suelo por culpa de haber chocado contra mi cuerpo, esta, bueno "ella" se encontraba un poco mareada por el impacto y al mismo tiempo algo confundida, entonces me trato de decir algo confuso al principio. -Aa...aa..aa...lo siento...

Ella parecía intentar disculparse y por algún motivo se encontraba bastante avergonzada, quizás por no haberse dado cuenta a tiempo para poder esquivar antes de haber chocado conmigo, bueno el caso es que yo me sentía algo mal por la niña. -Supongo que fue culpa mía, lo siento disculpa. - la levanté con mi mano derecha y después de disculparme me fui tranquilamente. -Ah...gra "- - ella no pudo terminar de decir ni siquiera una oración.

-Adiós - dije volteando y tratando de poner una cara amable. Ella se quedaría quieta en el mismo sitio sin haberse movido ni un centímetro, podía sentir como ella me miraba mientras me alejaba cada vez más de ella, después de un rato ella caminaba en dirección a no sé dónde. Al cabo de un rato había terminado de comprar mi desayuno, pude regresar a mi casa con bolsas en las manos, cuando entré en mi casa preparé el almuerzo para mi y mis dos hermanos.

Un niño de 10 años estaba bajando las escaleras mientras se acariciaba el pelo alborotado, luego extendió sus brazos dirigiéndose hacía mi. -¡Onii-chan!. Él me abrazó las piernas junto a la mitad de mi torso y me miró con grandes ojos con hambre y ganas de comer el desayuno, ya mismo.

-De acuerdo, primero siéntate - dije con una pequeña sonrisa falsa, pero con el intento de parecer lo más sincera posible. Se sentó, cómo le había indicado que lo hiciera y cuando le serví el desayuno lo comía como si no hubiera un mañana. -gracias, está rico - dijo el mientras se terminaba de comer el desayuno sobrante.

Un Chico En Sword Art OnlineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora