Neon Genesis Evangelion: destinos alterados

Capitulo 1

Neon Genesis Evangelion: destinos alterados

¡Lanzamiento uno!

"¡Maldición maldición maldición!" Misato Katsuragi maldijo mientras giraba el pequeño coche en una peligrosa curva. "¡Llego tan tarde!" ella gimió.

El plan parecía tan simple esta mañana. Saldría a buscar a Shinji Ikari y luego lo llevaría de regreso a la sede de NERV. Le informaban sobre los Ángeles y le explicaban Evangelion y luego lo golpeaban con el argumento de venta: la oportunidad de pilotar Evangelion. Estaba segura de que podrían venderlo, especialmente si al principio mantenían al Comandante alejado de Shinji.

Luego, por supuesto, todo se fue directo al infierno.

Un ángel estaba en camino hacia aquí y no estaban preparados, en realidad no. Ningún piloto sano, las fuerzas de la ONU casi inútiles contra el Ángel y Shinji que llegan a una ciudad sin transporte activo debido al cierre de emergencia. Entonces Misato agarró su auto y salió disparado, saliendo a las calles y rezando para poder llegar a Shinji antes de que llegara el Ángel.

Misato miró la carpeta que estaba en el asiento a su lado y luego volvió a la carretera. Shinji parecía un niño agradable, un poco reprimido pero agradable en su foto de la escuela. El delicado rostro encajaba extrañamente con la camiseta informal, aunque se preguntó por qué el niño no estaba vestido de uniforme. 'Ojalá tuviera más tiempo, apenas he revisado el archivo todavía', pensó Misato con tristeza.

El coche chocó contra un bache y se elevó en el aire un momento antes de martillar con tanta fuerza que sus dientes rechinaron. "Ahí va la suspensión", murmuró, pensando desesperadamente en todos los pagos que aún tenía que hacer por ella. Su teléfono celular sonó y lo buscó a tientas, "¿Sí?"

"¿Ya has encontrado a Shinji?" La voz de Ritsuko Akagi era nítida, pero había una preocupación real en su tono de voz. Casi podía imaginarse a la científica rubia parada allí, con las manos escondidas en los bolsillos de esa bata blanca que solía usar.

"Estoy de camino a la estación de tren ahora", respondió Misato mientras conducía con una mano en el volante, con la otra sosteniendo el teléfono en su oído, "debería estar allí en unos momentos".

"Puede que no tengas tiempo", respondió Ritsuko con seriedad, "las fuerzas de la ONU apenas están retrasando al Ángel. Pronto estará caminando por las calles de Tokio-3 y no te quiero allí".

"No podemos dejar a Shinji aquí solo," respondió Misato, "pero tan pronto como lo agarre, regresaré, lo prometo".

"¿Él?" Ritsuko sonaba confundida, "Misato, no leíste el archivo ..."

"Lo miré," Misato giró el auto en una esquina, recortando un letrero, "además, creo que todo esto es demasiada coincidencia".

"El ángel nos ataca ahora, con Shinji aquí ..." murmuró Ritsuko, "¿crees que el ángel es consciente de Shinji, de alguna manera?"

"Espero que no. Lo veo", exclamó Misato emocionada mientras pisaba los frenos y colgaba rápidamente, "¡hasta luego, Ritsuko!" El auto patinó hasta detenerse y ella abrió la puerta del pasajero mientras le gritaba: "¡Sube!"

La delgada figura en camiseta y pantalones parpadeó confundida, "¿Qué?"

"¡Entra aquí ahora!" Misato ladró, tratando de poner todo el comando que pudo en su tono de voz.

Justo en ese momento la calle se estremeció, casi como si un pie gigante la hubiera golpeado, entonces el sonido de un boom rugió sobre ellos. "Bien," Shinji se zambulló dentro incluso cuando Misato cerró la puerta de golpe detrás de él y salió corriendo, pisando fuerte el pedal del acelerador. "Señorita Katsuragi, ¿verdad?" Shinji preguntó nerviosamente.