SILVER BOY - one shots de draco malfoy

lazy day

Nombre:  sin nombre, imagina que eres tú <3

Contexto: Draco y tu deciden tomarse un día libre juntos.

(no existe Voldemort ni la guerra, tan solo un draco de sexto año feliz y relajado con su novia)

Abrí ligeramente los ojos debido a la luz que entraba a través del agua del lago por la ventana, me tomó unos segundos ubicarme, estaba abrazada al cuerpo de Draco, en nuestra habitación (en realidad era la de Draco, pero considerando que yo prácticamente vivía aquí con él, podía llamarla mía también) y arropados hasta el cuello.

Alcé mi mirada y me encontré con el rostro de mi novio, Draco dormía aún plácidamente con el cabello revuelto esparcido por la almohada, las mejillas ligeramente sonrosadas y sus labios rosas cerrados haciendo una especie de puchero. Me sentí bendecida al ver esa imagen, y decidí abrazarle más fuerte y colocar mi cara en su cuello para cerrar los ojos algún tiempo más.

Pasó alrededor de media hora cuando los brazos de Draco se apretaron en torno a mí, acercándome más, si eso era posible, hacia él, a la vez que emitía bajos sonidos mientras se espabilaba. Volví a mirarle mientras le sonreía para encontrarle con un ojo abierto escaneando la habitación, cuando su mirada calló en mí una gran sonrisa comenzó a dibujarse mientras volvía a cerrar los ojos y me abrazaba mas fuerte.

- Buenos días amor.- Le dije delicadamente entre risitas.

- ¿Qué hora es? - Preguntó con su clásica voz grave de las mañanas. Era algo habitual que Draco no era una persona mañanera, cuando se despertaba, necesitaba al menos media hora para que estuviera del suficiente buen humor como para mantener una conversación.

El reloj muggle que teníamos marcaba las 9:45 de la mañana, ya nos habíamos perdido la primera clase, genial.

- Muy tarde, venga levántate.- Le contesté mientras hacía esfuerzos por levantarme y liberarme de sus brazos y de las numerosas mantas que nos cubrían.

Fui al baño para comenzar a prepararme mientras oía como Draco comenzaba a quejarse en voz alta: "es muy temprano", "tengo sueño", "no me diste un beso de buenos días"... y más frases caprichosas de su parte.

Mientras lo ignoraba hice mi rutina de las mañanas, tenía que haber alguien de los dos que obligara al otro a hacer cosas, si de Draco se tratara se quedaría todo el día en la cama sin hacer nada.

Volví a la habitación creyendo que Draco ya me estaría esperando vestido y listo para irnos, no pude evitar reírme al verle, se había volteado en la cama quedando boca abajo con sus brazos extendidos, casi cubriendo la totalidad de la cama, y las sábanas se habían rodado, dejándole la espalda desnuda a la vista.

- Draco, tenemos que darnos prisa si queremos llegar a la siguiente clase.- Dije mientras me acercaba y le acariciaba cariñosamente el pelo apartándoselo de la cara.

- Vamos a quedarnos aquí.- Suplicó con la voz adormilada.

- Venga Draco, es viernes, tenemos hora doble de pociones con Snape, no podemos simplemente no ir, preguntará por nosotros y nos castigará.

Todos mis reclamos fueron en vano cuando Draco se removió y se sentó en la cama, alzando ligeramente las mantas, abriendo los brazos hacia mí, invitándome a acostarme de nuevo con él. La idea era demasiado tentadora, considerando el frío que reinaba en la habitación y el calor que desprendía Draco, y, además, no nos engañemos, nadie se resistiría a este chico.

Así fue como terminamos de nuevo en la cama, suerte que aun no me había puesto el uniforme, seguía cómodamente en mi pijama, mientras escuchaba a Draco exponerme en un tono bajo los motivos de porqué deberíamos tomarnos el día libre y quedarnos aquí. Pensándolo bien, ya nos habíamos perdido una clase, no pasaría nada por un día de descanso.