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Diez minutos después, SeHun salió del despacho y se encontró a Suzy sentada en el escritorio de JunMyeon, jugando con los globos. Pero JunMyeon no estaba por ninguna parte.

Y cuando frunció el ceño su hermana sonrió como si supiera algo que no debería.

–Está en el Departamento de Contabilidad tranquilo –le dijo, mirando el reloj–. Y nosotros tenemos que ...

–¿Te ha dicho algo? –La interrumpió SeHun, impaciente.

Suzy enarcó una ceja.

–¿Algo de qué? Ahora que lo dices, parecía nervioso. ¿Está enfadado contigo?

-No no. Espérame en el coche –SeHun le tiró las llaves y se dirigió a los ascensores.

–Ha bajado por la escalera. No tardes, tengo que ir a clase de manera puntual. - hablo Suzy riendo no sabia lo que pasaba entre ellos, pero por la cara de SeHun era algo íntimo, JunMyeon le agradaba y de imaginarlo como parte de su familia la emocionaba.

SeHun bajó las escaleras de dos en dos enfadado. Necesitaba un ayudante que pudiese olvidar las cuestiones personales mientras estaba en la oficina. No tenía tiempo para juegos. Cuando oyó que se abría una puerta miró por la barandilla y vio a JunMyeon subiendo por la escalera lentamente, como si no tuviera nada mejor que hacer.

O más bien como si quisiera darle tiempo para irse antes de volver al despacho.

Llevaba una camisa de color verde claro, de cuello cuadrado y pantalón recto pegado perfectamente a sus curvas, con un cinturón de color esmeralda. Era un vestuario discreto y, sin embargo, la suave piel de su cuello le recordaba la noche anterior en el ascensor ... el sabor de su piel, sus gemidos mientras lo besaba, cómo sus ojos se han encontrado cuando notó su erección. JunMyeon lo deseaba tanto como él, hasta que jeongyeon llamó por teléfono.

Y seguía interesado. Si contratase a otra persona, podría ver a JunMyeon fuera de la oficina esa misma noche.

No había pensado con claridad cuando le ofreció que se quedase otra semana.

Muy bien, por el momento era su empleado, pero no lo sería durante mucho tiempo. Unos días más y nada podría evitar que acabasen en la cama.

En unas semanas se marcharía del país y le parecía bien, porque no tenía intención de mantener una relación seria por el momento. Y, evidentemente, tampoco JunMyeon estaba interesado en eso.

Perfecto. Bueno, casi.

Tenían que aclarar la situación de inmediato. Mientras bajaba por la escalera JunMyeon levantó la mirada y, al verlo, apretó los labios.

–JunMyeon ...

–¿Quieres revisar estas cifras antes de que las archive?

–No, para eso te pago a ti –SeHun se sentó dos escalones por encima de JunMyeon para mirarla a los ojos–. Anoche dijiste que eras un profesional, una persona responsable.

–Y así es.

–Estás evitándome.

–No, es que estoy ocupado. Como te ibas, pensé que ...

–No tengo tiempo para esto y tú tampoco –deseaba tanto tocarlo que tuvo que apretar los puños–. No sé qué planes tienes para esta noche, pero cancélalos.

-I can't.

–¿No puedes o no quieres? - arqueo la ceja con mirada acusatoria.

–Voy a pasar la noche con jeongyeon –respondió JunMyeon–. Es como de la familia para mí y está enferma. Despídeme si quieres, pero un jefe comprensivo sabe qué es lo importante.

INTIMIDAD- SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora