Yuanfen ─ KookTae [PAUSADA]

capítulo dos

SeokJin acompañaba a Tae en su caminata por los alrededores. Ambos siempre paseaban por esos lugares, todos lo sabían, no era un secreto.

─Supongo que aquí acaba nuestra tan entretenida caminata Tiger ─bromeó Jin, dejando de caminar, solo para escuchar la risa tan característica de su amigo.

─Si, supongo. Lo hiciste bien ayer Prince, has mejorado mucho, si antes eras bueno, ahora eres sin duda mejor.

─Cada día más y mejor, ese es mi lema. Volvió a bromear el castaño, dándose la vuelta, dispuesto a pasar un rato solo.

─Te me cuidas.

Lo oyó decir por última vez, y alzó su mano, despidiéndose así, mientras seguía su camino hacia el edificio donde siempre (o casi siempre la verdad) pasaba sus tardes.

Por otro lado, RM terminaba de acomodar sus papeles, dejándolos en un cajón con llave, no eran del todo importantes, pero su jefe lo mataría si caía en manos equivocadas, entonces, mejor prevenir que lamentar, ¿No?

Se dirigió a la oficina del pelinegro, tocando tres veces la puerta, escuchándose perfectamente un, «pase».

NamJoon entró a la oficina, viendo al pelinegro sin la máscara puesta. Se sentó frente al menor, este alzando la vista y sonriendo al ver quien era.

─Vaya, hola Nam, ¿Qué te trae por aquí? ─preguntó en tono divertido el pelinegro, dejando a un lado los papeles que postergó el día de ayer.

El pelimorado inclino la silla hacia atrás, haciendo el amago de estar pensando una respuesta. ─Mmh, no sé, tal vez, ¿Un permisito para salir tal vez? Ya terminé mis labores y quiero relajarme un rato.

Normalmente, las personas mayores de edad no deberían pedir permiso para salir, ya que salen a disfrutar de su vida, y no deben darle explicaciones a nadie, pero cuando tenías un jefe con un carácter fuerte, las cosas cambiaban.

El pelinegro no dijo nada, mirándolo con seriedad y sin pestañear, de inmediato lo entendió, era una guerra de miradas. Por supuesto que le siguió el juego, ambos batallando en no pestañear para ganar aquel juego de miradas.