𝑌𝑜𝑢 𝐴𝑟𝑒 𝑀𝑦 𝑃𝑎𝑟𝑎𝑑𝑖𝑠𝑒 -𝐻𝑎𝑟𝑟𝑦 𝑃𝑜𝑡𝑡𝑒𝑟- +18 EN EDICIÓN

𝑡𝘩𝑒 𝑏𝑒𝑔𝑖𝑛𝑛𝑖𝑛𝑔

Todo estaba preparado para la bienvenida del futuro heredero de los malfoy, el pequeño varón que esperaban con tantas ansias narcissa y lucius malfoy, lucius se encontraba en la sala principal de la mansión, el esperaba ansiosamente alguna noticia del pequeño Draco, unos segundos después una bruja enfermera salió de la habitación dirigiéndose hacía lucius con el pequeño bebé en los brazos, el pequeño Draco estaba envuelto por una sabana de seda azul, lucius corrió hasta la enfermera, sin dirigirle la palabra tomó al pequeño bebé mientras una sonrisa se formaba en su rostro, lucius sentía que ese vacío en su corazón por fin se había llenado, hasta que otro llanto se escuchó dentro de la habitación, otra enfermera salió de la habitación esta vez con una bebé, ella era idéntica a Draco, a diferencia de Draco la pequeña no paraba de llorar.

Lucius miró con desagrado a la pequeña, el jamás había deseado una niña, pensaba que era una maldición tener una hija.

¿De quien es ese bebé?
-pregunto lucius con tono desagradable-

Es de usted señor, tuvo mellizos, felicidades
-la enfermera hablaba felizmente-

Lucius miró a la pequeña bebé con repugnancia, como si fuera lo peor que le haya pasado, pues el así lo pensaba, volvió su mirada hacia Draco.

Llévatela a otro lado, no quiero que despierte a draco
-exclamó con tono cansado-

La sonrisa de la enfermera se desvaneció al escucharlo, la pequeña bebé no paraba de llorar, lo que hizo que la enfermera la abrazara.

P~pero señor es su hi...
-decía, hasta que fue interrumpida por un golpe-

Solo llévala a otro lugar! Matala si quieres! No me interesa
-grito hecho furia-

Aquel gritó hizo que los mellizos llorarán fuertemente, Lucius cargo a Draco para despues llevárselo dentro de la habitación, la enfermera aterrada casi corriendo fue hasta una habitación tras el.

Esta es la habitación de draco, llévala al cuarto de huéspedes
-dijo mientras cerraba la puerta-

La enfermera sin saber que hacer, se dirigió hasta el cuarto de huéspedes, donde ahí dejó a la bebé sobre la cama, la pequeña le regaló una sonrisa lo cuál hizo que el corazón de aquella mujer se derritiera en segundos.

Tu, te llamaras amelia
-dijo la mujer con tono dulce-

Desde ese 5 de junio del 1980, elizabeth vander, la enfermera, decidió que cuidaría a amelia de todo peligro, incluso sus propios padres, con el pasar del tiempo elizabeth veía a amelia crecer cada vez mas, la amaba como a una hija, al igual que amelia la amaba a ella, mientras draco crecía junto a sus dos padres, en esa misma mansión su melliza crecía junto aquella mujer.