Capitulo 1

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Me senté a desayunar, esperando que mis padres bajaran a darme las felicitaciones correspondientes al ser mi cumpleaños n°17.

La primera persona en bajar fue mi hermana menor Apolline, ella tiene apenas 13 años, y a causa de su belleza a conseguido varios pretendientes, a pesar de su corta edad, aunque no acepto nunca el cortejo de ninguno de ellos.

-Feliz cumpleaños querida Amelie-me saludo con una sonrisa sincera.

-Gracias Polly-le agradecí devolviendo otra sonrisa.

-¿Qué planes tienes para hoy?-me pregunto curiosa.

-No lo se aún.

En ese instante bajaron mis padres, mi madre Agatha de 38 años, es una mujer hermosa y encantadora, tiene el cabello rojizo y muy largo, a pesar de que siempre lo usa recogido en un moño, tiene unos hermosos ojos color miel,es alta y esbelta y tiene una sonrisa cálida, mi padre Calvin de 46 años, tiene el pelo negro, que resalta con su piel extremadamente blanca, y sus ojos son azules, con los años se gano una panza bastante notable, que intenta pasar desapercibida, pero lo compensa con su gran altura.

De mis cuatro hermanos solo yo herede el cabello rojizo de mi madre, Antoine mi hermano mayor es igual a mi padre, tiene 22 años, luego esta Colette que tiene 20 años, luego yo y por último Apolline.

-Feliz cumpleaños pequeña-me saludo mi madre dándome un abrazo y un beso.

-Gracias madre-le respondí afectuosamente.

-Ya eres toda una mujer-me felicito mi padre, tomándome de la mano para que me parara, al hacerlo me observo detenidamente y me llevo ante el espejo.- Ya estas en edad de casarte querida- me sonrió acariciando mis hombros delicadamente.

No pude evitar observarme en el espejo, es verdad que ya era una mujer, mi rostro lo demostraba, y mi cuerpo también, a pesar de eso...sabía que no quería casarme, al manos con la persona que mi padre quería que lo hiciera.

Le sonreí con timidez y volvimos a sentarnos a la mesa a desayunar, trate de comer lo más rápido que pudiera, ya que sabía que alguien muy especial me estaba esperando en el árbol más lejano del jardín.

-Padres me voy un rato a meditar al jardín-les avise con una sonrisa, esperando que no se notara mi entusiasmo.

-No te olvides que vienen tus hermanos a almorzar-me recordó mi madre, asentí con la cabeza, y me di vuelta para marcharme.

Trate de caminar lo más lento posible ante sus miradas, pero apenas los perdí de vista comencé a correr.

Abrí la puerta y corrí lo más rápido posible hacía el árbol, necesitaba verlo con urgencia.

Entonces lo vi, su piel morena le hacía resaltar la hermosa sonrisa que tiene, tenía los brazos abiertos esperándome.

-Amelie!- grito encantado de verme, no le dije nada y me tire arriba de el, derribandolo y provocando que cayéramos sobre la hierba, y antes de pudiera decir algo lo bese suavemente.

-Te extrañe mucho-le susurre luego de besarlo, hacía una semana que no lo veía.

-Yo también, muchísimo-me respondió abrazándome fuerte.

Intente pararme pero su abrazo no me lo permitía.

-Feliz cumpleaños hermosa-me susurro contra mi oído, sentí como la piel se me erizaba.

-Gracias.

Me sonrío y me libero para que me parara.

-Me alegra tanto verte Marcus, acabas de alegrar completamente mi cumpleaños.

La galerie d'AmélieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora