Invitación.

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Era una mañana fría en los recesos de las nubes, los discípulos de la secta caminaban pacíficamente mientras conversaban. Ese día tan bonito era el primer día de clases de Lan Qiren, mantuvo sus expresiones serenas, inalcanzables, se podría decir, tratando de ocultar el nerviosismo que sentía, los discípulos se sentaron en su lugar con la postura adecuada mirando al frente.

Lan Qiren les daba la espalda, soltó un pequeño un suspiró mientras mantenía sus ojos cerrados, los mantuvo así unos segundos antes de darse la vuelta para mirar a los que estaban presentes.

—Buenos días, comencemos —se dio inició a la primera lección.

Durante dos horas, el joven de veintiséis años habló de los principios de la secta, los pensamientos de Lan An al fundar la prestigiosa Gusu Lan, las mil reglas a seguir. Esta era la primera clase que Lan Qiren daba. Se enunciaba en un tono audible pero sin ser escandaloso, firmé sin dejar de ser elegante, mientras más tiempo pasaba más relajado se sentía.

Al terminar su primera clase los discípulos empezaron a acomodar sus pergaminos y al igual que la tinta con los pinceles. Esperó que todos salieran  para poder respirar, se sintió emocionado por dentro, sintió que tuvo éxito en su primera clase. Escuchó que alguien aclaró su garganta y miró a la puerta.

Había un joven muy apuesto, sus túnicas eran blancas con diseños rojos que simbolizaban el flamante sol, era un discípulo de la secta Wen pero no era cualquiera, era el próximo a ser líder en unos días a su ceremonia de sucesión, Wen Rouhan.

—Joven amo Wen, ¿Qué se le ofrece? —preguntó mientras acomodaba los pergaminos en su mesa de trabajo, al no recibir respuesta miro en dirección del joven, sólo estaba a unos centímetros de él y lo miraba con una hermosa sonrisa, tanto en sus labios como en sus ojos, trago grueso y dio dos pasos hacia atrás.

—Solo viene a verte —soltó sin más el chico.

Lan Qiren se contuvo de colocar los ojos en blanco, recordando las reglas del clan.

—Joven amo, el viaje dura tres días si viaja en su espada, ¿Porque se tomaría tal molestia? dudo que sea sólo para verme —, mantuvo la calma mientras terminaba de acomodar, salió por la puerta y la cerró después de que quien lo acompañaba saliera.

—Me atrapaste —soltó juguetón— pero en cierta parte no es mentira —se colocó en el frente del camino de Lan Qiren, este se detuvo — Vine personalmente a invitarte a mi ceremonia para convertirme en líder de secta —Lan Qiren se le quedó viendo por un momento y trato de caminar por otro lado dando un leve asentimiento. Cuando lo ve asentir se apresuró a hablar— Así que si vine a verte.

Lan Qiren se sonrojo furiosamente, tosió levemente para disimular y siguió su camino. Wen Ruohan solo se rió levemente y  lo siguió. Ya era normal ver al heredero de los Wen en Gusu lan, no importaba si el viaje duraba mucho. Era super normal que este se encuentre molestando específicamente a Lan Qiren.

Aunque este no parecía quejarse.

Wen Ruohan seguía a Lan Qiren hablando estrepitosamente sobre la ceremonia y si el menor iría o no, pero este solo lo escuchaba sin decir palabra alguna.

— ¿Vas a venir verdad? — Preguntó Ruohan.

Lan Qiren se detuvo para mirar al chico frente el, este sonría ampliamente y al notar que se le quedó mirando sonrió a un más.

—Soy tan guapo que no puedes evitar verme de más, ¿Verdad? — Su sonrisa pasó a ser una totalmente coqueta.

—Tonterías —Lan Qiren reanudó sus pasos para dirigirse hacia el Shengshi, sus aposentos.

ડꪮꪶꪮ 𝕥ú... (WenQi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora