Capitulo 8- Atrapados

364 52 10
                                    

POV SAMUEL

Ya había perdido la cuenta de cuánto tiempo habíamos caminado, no sé si había pasado una hora, o simplemente minutos, pero el olor a Tyler se hacía cada vez más fuerte y trataba de suprimir la alegría de verlo para que no se mostrara en mi cara.

Un toque en mi costado seguido de un gruñido me hizo volver a la realidad. Un lobo con tonos rojizos y café me enseñó sus dientes por haber chocado con él y luego me empujó más adentro del círculo en que todos se encontraban.

Al frente, pude ver cómo uno de los lobos en forma humana me miraba de reojo con advertencia, pero le sostuve la mirada con una sonrisa. Retandolo y haciendo un ademán abriendo un poco mis brazos. 

>>Creo que él único capaz de someterme es Tyler... O tal vez al único que se lo permito<<

Su mirada de enojo me hizo creer que iba a darse la vuelta y tratar de  golpearme ahí mismo, pero, para mí sorpresa, devolvió la mirada al frente con un resoplido y siguió su camino.

Un tanto aburrido me encogí de hombros. ¿Cuánto más faltaba?

—Oye, Tú, Jacob —Me dirijí al lobo rojizo, recondando que es del mismo color que el de Twilight— ¿Cuánto falta para llegar?

Me dió una mirada de pocos amigos y gruñendo aceleró el paso cambiando lugares con un lobo gris que se colocó a mi lado.

Reí fuerte, llamando la atención de todos y ganandome una mirada de desaprobación de Aiden. Se suponía que debía actuar asustado para que mi personalidad de "Delta" sea más creíble.

Lo miré con una mirada de disculpa inocente, disimulando mi risa con una falsa tos y golpeándome el pecho con mi mano izquierda en un puño.

—Alergias—Hablé. Sorbiendome la nariz y tragándome cualquier otra palabra que revelara mis mentiras...

Pero por suerte, hubo algo que llamó más la atención de mis contrarios.

Los rayos del sol dejaron de ser bloqueados por los árboles e impactaron mis ojos en un segundo. Los cerré, tratando de acostumbrarme a tanta luz, pero cuando los abrí, un claro del bosque se hizo notar.

Se escuchaba el sonido del agua a lo lejos, y el relajante sonido de las aves, el viento soplaba en mi cabello con tanta delicadeza que hizo relajar mi cuerpo. Di una media vuelta sobre mi eje, admirando todo lo que antes había ignorado. Pero todo se vió opacado cuando sentí una presencia a mi espalda.

Me volteé justo a tiempo en que alguien intentaba arremeter sobre mi con fuerza. Afinqué mis pies en la arena para que no me derribara y me sorprendió mi fuerza.

>>¿No es esto un hombre lobo? ¿Por qué es tan... Débil?<<

Miré a mi lado en busca de Gill para preguntarle mis dudas aunque no tuviera respuesta. Pero el espacio vacío a mi lado me hizo entrar en la realidad de que tal vez no la volvería a ver en ningún futuro cercano.

En cambio, los ojos de Aiden impactaron con los míos. Él estaba boca abajo en la tierra, muecas de incomodidad cursando su rostro a lo que alguien en su espalda le ata las manos. Todo pasaba como si estuviéramos en cámara lenta...

—Rin-de-te—Habló Aiden, sin producir sonido alguno. Y entonces, el plan me golpeó como si en realidad nunca hubiera oído sobre él.

*Flashback*

Estábamos listos para salir de la Van negra en la que nos encontrábamos y sentí alivio. Me sentía como un secuestrador de niños en este vehículo.

—De acuerdo, repasemos el plan.

Monster #2 [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora