Después de escapar del quebrado Reino de Fuego, Reki comenzará una nueva vida en el Reino del Agua, con el propósito era estudiar aquel lugar y aprender para ayudar en su propio reino, hasta que en una fiesta conocerá al príncipe del Reino de Agua.
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- Cómo verás, aquí en el Reino de agua, fomentamos el deporte y la vida sana, para ello mejoramos las infraestructuras de los parques y lugares de entrenamiento y ejercicios - decía Langa con orgullo, sabía que a Reki le gustaba cuando hablaba con ese acento y esa terminología administrativa.
- Es genial que tengan este tipo de parques especialmente habilitados, el reino de agua es lo mejor.
- ¿Verdad? Emmm Reki... - Langa lo miró nervioso - Sé que me has dicho muchas veces que debes volver y arreglar tu situación en tu reino, pero luego de eso... ¿Puedo ir a buscarte y traerte a vivir aquí conmigo?
- Suena muy bella esa idea - respondió Reki con una sonrisa - pero antes, practiquemos unos minutos, muero por deslizarme sobre esta tabla.
- Quiero que quede claro que mi fuerte es el snowboard, por lo que puedo ser un tanto malo en skate - advirtió Langa antes de poner su pie en la tabla.
- Descuida, tampoco será una competencia... ¿Vamos? - ambos estaban en la cima de la rampa.
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Después de unas cuantas acrobacias y caídas, ambos chicos se detuvieron a descansar.
Un grupo de niños que estaban jugando cerca, se percataron de la presencia del príncipe.
- ¡Chicos miren! Es el príncipe Langa y está patinando - dijo él que parecía el líder del grupo. Los chicos rodearon a Langa y comenzaron a hablar con él, Langa un tanto tímido comenzó a charlar con ellos.
Reki lo observaba desde cerca, realmente Langa tenía un carisma especial con la gente de su reino, sería un excelente rey... Pero para que ello ocurriera, Langa no debía involucrarse con el rey Adam ni poner el riesgo la seguridad del reino por él.
- Discúlpame Reki - dijo Langa una vez que que los niños se fueron.
- Descuida, es tu deber después de todo, no hay nada mejor que el futuro rey entable conversaciones con su gente y vea en primera persona las necesidades que tienen.
- Se me olvidó ponerme algún tipo de gorro o lentes para al cubrir mi identidad - pensó Langa - ¡Ya sé! Cerca de acá hay una tienda muy linda y venden de todo... ¡Vamos!
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