En otra Vida

Adios II

-Kokonoi-

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+Horas antes+

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La noche ya había caído, estábamos todos listos y reunidos para partir a despedir a nuestro líder, la noche nos envolvía y nos volvíamos uno con ella, cada uno evitando a toda costa de destacar, al final lo que nos hacían era un favor y no queríamos traer problemas y llamar la atención.

Kakucho al llegar pudo hacerse cargo de Sanzu el cual fue limpiado, curado y vestido apropiadamente lo que me quito un peso de encima así podría encargarme de realizar algunos documentos y dar ordenes a los miembros mas bajos.

No por que el rey se allá ido el reino se va a desmoronar, trabajaremos por su legado y por cumplir su sueño y el de todos.

Boten es nuestra razón de vivir, nuestra familia y lo protegeremos a toda costa.

Una vez ya en el auto, me fije que todos fueran decentes y bien vestidos para la ocasión, al final teníamos que dar una buena impresión al único familiar real de nuestro rey.

-¿Estas seguro que no quieres un disfraz de viuda?- le pregunta Rindou a Sanzu el cual se encontraba aferrado a kakucho como salvavidas, mientras las lagrimas no paraban de caer y este ultimo se las limpiaba con un suave pañuelo blanco

-Púdrete niñato- le respondió este con voz rasposa

El auto se lleno de risas ligeramente, ambos eran como perros y gatos, se soportaban hasta cierto punto, pero a la mínima oportunidad sacaban los dientes y garras para traicionarse cuando menos se lo esperaban y el único que era intermediario en su triangulo de conflicto privado era Ran que dependiendo su animo le echaba mas leña al fuego o lo apagaba de una.

Por lo menos veíamos a Sanzu un poco mejor, mas resignado y mas calmado en su pesar, el despedirse le dio esperanza para verlo por ultima vez, para dar un adiós adecuado a su dueño y amor de su vida.

También puede ser los estimulantes y calmantes que Kakucho le inyecto.

Pero por el momento servía, servía para tener algo de paz entre nosotros, tenemos que tener fuerzas y descansar esta noche para decir un adiós adecuado y para después volver a las pistas del infierno sin nuestro jefe.

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+Presente+

Mientras salía a contaminar mis pulmones al aire libre una mujer bien parecida y muy conocida para cualquier miembro de boten hizo su Aparicio frente a mi. Desde el mas insignificante miembro hasta el mas importante la conocíamos, Hinata Tachibana, la mujer de Takemichi, el amor que cambio todo... Nuestra principal misión era protegerla, mantenerla con vida por lo que cualquier minúscula banda que estuviera cerca de su trabajo o su trayecto era absorbida por nosotros o eliminada, tenían opciones.

Nos quedamos mirándonos, cruzando miradas diciendo mucho y a la vez nada pero nuestra magia fue interrumpida con la llegada de los perros callejeros en donde cada uno mostraba sus dientes contra mi, contra el perro original de mikey. No tenia ganas de dirigirle la palabra ni de ocasionar un problema, tenia que respetar el velorio de mi jefe y la casa del viejo.

Mi vista se perdió hacia Inui que se notaba sorprendido y esperanzando como si mi presencia allí significara una oportunidad entre nosotros. Estaba tan hermoso como lo recordaba en fotografías sacadas por nuestros espías, era la perfección, como si fuera un Ángel... Lastima que los ángeles no pueden bajar al infierno.