Capítulo 2.
Miércoles 25 de Agosto del 2010.Hoy justamente hace un año, están conmigo dos personitas maravillosas. Si me hubieran preguntado unos años atrás como me vería en el futuro definitivamente no era este, pero no me arrepiento de absolutamente nada. Para mí ellos jamás serán un error. Es más le agradezco a Kyle por embarazarme, porque si no hubiera sido así no estaría por celebrar el primer año de Kels y Keith.
Me levante temprano por la mañana, aunque fuera el cumpleaños de mis amores no puedo faltar a clases. Quiero terminar lo antes posible la carrera para poder ser mi propia jefa y no tener que rendirle cuentas a nadie —bueno, solo a mi padre— pero yo sería la que manejara todo. Me coloque unos jeans azules, una remera sin mangas celeste claro, unos zapatos con un poco de tacón del mismo color que mi remera y unos accesorios de color azul.
Eran las 7.30 de la mañana, estaba preparada para irme. Ya le deje todo listo a Alice por si alguno de los peques despierta. No sé qué hubiera sido de mí de no ser por Alice, después de año nuevo apareció de la nada en la puerta de mi casa diciendo que en ese momento la persona que la necesitaba era su mejor amiga —ósea yo— por lo que se vino a vivir conmigo y de paso ayudarme con mis hijos.
Agarre mi bolso, dinero y mi celular. Salí de la casa directo a mí auto, regalo de mis padres.
Llegue a la universidad, y me repetía a mí misma.
Solo van a ser un par de horas, después a celebrar el cumpleaños de mis niños.
***
Después de seís horas de tortura. Estaba llegando ya a casa. Hoy Alice no fue a la Universidad porque justamente cancelaron su clase.
Llegué y lo primero que sentí fueron unas manitos sosteniéndose de mi pierna derecha. Baje la vista y me encontré a Keith.
—Mami —dijo, mientras estiraba su manito derecha hacía arriba mientras que con la izquierda se mantenía agarrado a mí.
—Hola mi amor —saludé con una sonrisa en mi cara, lo alcé y lo envolví en mis brazos, dándole un beso en su regordete cachete. Él solo rió y escondió su cara en el hueco de mi cuello mientras me abrazaba.
—Vamos a buscar a tu hermana y a tu tía —dije dispuesta a caminar hacía la cocina donde se escuchaban ruidos.
Llego a la cocina y me encuentro una situación graciosa. Toda la cocina hecha un asco; harina, huevo, azúcar, chocolate, y otros ingredientes más esparcidos por la mesada y el piso, Alice haciendo una especie de baile haciendo reír a Kels que se encuentra en su silla para comer con toda la cara y manos llenas de chocolate. Apenas entro, las dos se quedan calladas, seguramente asustadas pensado que las voy a regañar por el desastre que hicieron. Keith saco su cabecita de mi cuello y solo las quedo mirando. Lo único que pude hacer es echarme a reír para luego unirme, bailando y riéndonos juntos.
Luego de media hora, hice limpiar a Alice mientras que yo iba a bañar a los peques que estaban sucios. Eran las tres de la tarde y el cumpleaños comenzaba a las seis, así que teníamos trabajo que hacer.
Los bañe juntos para ahorrar tiempo, primero saque a Kels de la bañera después de enjabonarla bien y luego a Keith. Le coloque el pañal a cada uno —no sin antes haberle colocado un poco de talco— y luego procedí a ponerle el conjunto de ropa que les tenía apartado. A Kelsey le coloque un vestido que le llega hasta un poco más abajo de las rodillas color azul marino, una calza blanca, un chalequito gris, y unos zapatos iguales al color de su vestido. Mientras que a Keith le coloque un pantalón gris, una camisa blanca, arriba de esta una campera azul marino con detalles en gris y blanco, le puse unos zapatos iguales que su hermana. Los convine a los dos. Dejé a ambos en el corral que se encontraba en el living, para que yo me vaya a arreglar.
Antes de bañarme le dije a Ali que se ocupara de la decoración, claro que ella estaba encantada. Me puse un vestido que cubría mi hombro izquierdo, me llega hasta las rodillas, con un cinturón negro que hacía que se ajustara a mi cintura, junto con unos aritos de corazón y zapatos, todo de azul Francia. No me coloque maquillaje, bueno, solo brillo labial.
***
Eran las siete de la tarde y los pocos invitados a los que invite ya habían llegado. Todos estaban consintiendo a mis hijos, aunque la que más contesta es Kelsey. Ella es súper social, siempre le regala una sonrisa a todo el mundo, mientras Keith esta alrededor mío, a él no le gusta estar con personas que no conoce o no recuerda muy bien. Igualmente estuve conversando cosas triviales, haciendo bromas y demás.
A las 8.30 puse un enorme pastel con el número uno en el medio, en la mesa. Las personas se colocaron alrededor mientras que yo sostenía a Keith en brazos, Alice iba a buscar a Kelsey.
Mis hijos estaban encantados mirando el pastel que por cierto era de chocolate, su favorito. Todos comenzamos a cantar el feliz cumpleaños.
—¡Tanti auguri a te, tanti auguri a te, tanti auguri a Kelsey e Keith... tanti auguri a te! —cantamos el feliz cumpleaños en Italiano. Todos aplaudían mientras trataba de que Kels y Keith soplaran la vela. Aunque al final yo la tuve que apagar. [¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a Kelsey y Keith ... feliz cumpleaños a ti!]
Partí el pastel, mientras que Alice guardaba los regalos para abrirlos después. A la mayoría le gustó el pastel, incluso a mi padre, y eso que a él no le gusta mucho el chocolate. Yo estaba feliz por mi trabajo, ya que yo la había hecho.
***
Estaba despidiendo a mis últimos invitados: mis padres y hermanos ya que solo habían venido por el cumpleaños de los peques.
—Adiós —me despedí desde el umbral de la puerta. Volteé para ir adentro y solté un suspiro. Ahora se viene lo más difícil, limpiar.
Entre Alice y yo limpiamos todo en una hora, luego de comer un poco de las sobras y alimentar a mis príncipes, los fui a acostar. Primero les puse su pijama de osito a ambos, luego le di un beso en la frente a cada uno y le susurre un 'Feliz Cumpleaños Bebé'. Salí de su habitación cerrando despacio la puerta para no despertarlos, y camine hasta la mía.
No puedo creer todo lo que paso en todo este año. Desde que Kels y Keith nacieron fueron la fuerza para poder superarme en todos los sentidos. Ellos son y serán lo más maravilloso que tengo en la vida. Al principio era un desastre en todo, pero con los meses fui aprendiendo porque ¡Vamos! todos no nacen sabiendo. La verdad es que me convertí en una mamá osa como dice Ali, siempre velo por su bienestar y seguridad, como toda madre.
Aunque hay veces que me pregunto qué hubiera pasado si se lo hubiera dicho a Kyle. Ahora me da miedo decírselo a él y a todos, porque todavía nadie sabe quién es el padre de mis hijos. Miedo de que se enoje conmigo por no habérselo dicho antes y quitármelos para hacerme daño, solo espero que nunca se entere... porque si no, no sé qué haría.
NOTA: He visto comentarios que decían que no se acordaban de la novela, jajja les cuento un secreto? Tuve que leerla para acordarme lo que escribí😂
María
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Embarazada de Mellizos ©
ChickLit«-Katia, estás embarazada» Y esas palabras, cambiaron mi vida. Los capítulos que tienen escenas que contengan representaciones gráficas de sexualidad, lenguaje adulto, y/u otras temáticas. Igualmente aclaro que esta historia NO contendrá actos viol...