Por Si No Te Vuelvo a Ver

31 3 0
                                    

Se dice de las despedidas que nunca son para siempre. Pero para Hoseok, la despedida en el Aeropuerto significaba el despertar de un sueño que había durado lo que dura un juguete nuevo en las manos de un niño en la víspera de navidad. Pero lo difícil era despertar, porque en ese momento se sentía en ese estado de sueño cuando recién te despiertas y todo lo que quieres es volver a recostarte para seguir soñando. Cuando el recuerdo del sueño es tan bueno que sigues con la esperanza de que al volver a caer en el sopor, el sueño continuará exactamente donde lo dejaste.

Parados frente en el Aeropuerto que los llevaría de vuelta a la realidad los tres amigos se observaron sin decir palabra alguna. Pero ¿qué se puede decir en un momento como ese? Todo lo que se puede decir es mentira. El resto es solo silencio... aunque el silencio no exista ¿O es que acaso un sediento sacia su sed al decir agua? ¿Podrá un hambriento sentirse lleno al decir pan? Las palabras no hacen el amor sino la ausencia, ellas llenan el vacío que la incertidumbre crea. Pero este no era ese caso. Ahí de frente, la incertidumbre no jugaba ningún rol, porque los tres sabían a ciencia cierta lo que sentían los unos por los otros aún cuando ciertos sentimientos no fueran correspondidos. Se contemplaron con sonrisas en los labios, la sonrisa de Hoseok  era reflejo de la de Tae, y luego se abrazaron fuertemente con la intención de que ese momento durara para siempre ¿pero qué vale decir siempre? ¿No es acaso el tiempo solo una forma de medir momentos? Las fechas seguirán corriendo hasta detenerse en una en que el corazón palpite por una razón y volverá a correr y se detendrá otra vez hasta que el evento se repita.

Hoseok no quería desprenderse, no estaba listo. Pero la bola de fuego en su interior empezó a arder con tal intensidad que no tuvo más remedio. Se apartó de ellos mientras se limpiaba la lluvia de los ojos. Volteó a ver el cielo y estaba claro y luego notó que sus amigos hacían lo mismo ¿había sido eso un reflejo de su llanto? Hoseok sonrió y ellos hicieron lo mismo. Luego la charla trivial comenzó a inundar la atmósfera "nos veremos pronto" "Nos mantendremos en contacto" "Debemos ir juntos a la Universida y todas esas cosas que se dicen y se prometen las personas cuando se despiden luego de que el tiempo obligatorio para estar juntos. Sin embargo Hoseok ya les había hecho saber que haría sus estudios superiores en una escuela de Seul a petición de sus padres. Un último capricho de cuatro años podría ser su salvación. Tal vez lejos dejaría de morir, o al menos le dolería menos.

Luego de las risas nerviosas Hoseok se despidió de yoongi estrechándole la mano, con un beso en la mejilla y un abrazo. Tae  se acercó a el para hacer lo mismo que Yoongi. El le sujetó la mano aguantando el impulso de ponérsela en la cara con la esperanza de que pudiera sentir lo que él no veía ni vería con unos lentes más grandes. Y cuando se besaron en la mejilla miles de hormigas le corrieron por la piel y retuvo sus impulsos de girar la cara. Esto no se trataba de hacerlo recapacitar con un beso. Y cuando finalmente lo abrazó, tuvo que hacer una fuerza sobrehumana y sacar fuerzas de flaqueza para no desmoronarse frente a él. Necesitaba alimentarse de él sino lo iba a ver por mucho tiempo, aunque fuera lo suficiente para sobrevivir.

Poco a poco, Tae se desasió de el pero Hoseok volvió a halarlo hacia sí.

"Un poco más" le dijo mirándolo a los ojos que ocasionaban calamidades dentro de el. Hoseok solo había atinado a decir esas palabras mientras lo abrazaba en silencio. Pero eso no quería decir que su corazón no hablara, que no gritara con lo poco que le quedaba de fuerzas. Y entre el Bum ba bum de su corazón un mensaje se transmitía por un medio no visible o audible para el ser humano, desgraciadamente. Esas palabras que Hoseok quería decirle desde hace mucho pero que siempre habían muerto en sus labios siendo sepultadas en el cementerio de su arrepentimiento.

Ya todo lo llenas tú aunque no sea nada en ti y te voy a dejar, al fin ya eres feliz, ni lo vas a notar. Soy dolor que nunca te ha dolido y de algún modo seguiré mi viaje. Aunque me muera de ganas de quedarme aquí para siempre y existan esas palabras que se mueren por salir para llenar ese vacío que deja el que no te des cuenta de lo que siento. Aunque te quiera pedir un poco más de tu tiempo dedicado a mí y que alivies mi fracaso. Pero si te vas, llévate al menos mis cansados brazos. Al fin que ya te di mi cariño, mi fe, mi vida entera. Y sino te los llevas ¿qué me importa que se queden afuera? ¿Por qué te vas tan deprisa? No goces mi agonía, si la noche se espera todo el día, espera tú también.

Luego de un largo tiempo, Hoseok se apartó de él entre sollozos. No sabía si Tas se había dado cuenta. Lo más probable era que hubiera pensado que lo hacía por la dependencia que había desarrollado hacia él a lo largo de los años. El reloj estaba por marcar la hora límite para que los llevaría al mundo real. Del otro lado Yoongi los aguardaba sentado en una banca pero con la cabeza recostada en el respaldo con todo el equipaje al lado. Jungkook también estabo con él, estaba sentado junto a él con los pies recogidos sobre la banca y la cabeza recargada en el hombro de Yoongi.

Tae soltó la mano de Hoseok para acercarse a ellos y en ese preciso instante, el sintió cómo empezaba a caer poco a poco. Y entonces comprendió que es sentimiento seguiría en el desde ese día en adelante y no había nada que pudiera hacer para remediarlo. Así que se ató el cinturón de su abrigo, se puso los guantes, los miró por última vez mientras que Tae se acercaba a Jungkook y le daba un beso en los labios para despertarlo. Eso era más de lo que podía soportar, sacudió la mano de un lado a otro, les dedicó una sonrisa y se retiró llevando consigo las dos maletas repletas de recuerdos.

El es, pensaba  mientras caminaba cada vez más de prisa. Entre más pronto estuviera lejos, más pronto podría empezar a llorar a sus anchas. El es quien lo complementaba, quien le daba lo que le faltaba, no el mismo ¿No se lo había dicho así cuando por fin se había dado cuenta de sus sentimientos por el? "El es lo que me faltaba" le había dicho y Hoseok no tuvo más opción que sonreír y expresarle que estaba feliz por él... aunque no lo estuviera. Ahí se había dado cuenta que primero se aprende a sufrir, después a amar y después a partir. Afuera del Aeropuerto, sus padres lo esperaban donde el les había dicho que lo hicieran, parecían algo adormilados pero cambiaron de expresión al notar que su hijo lloraba. Sin decir nada, le ayudaron a subir sus maletas al coche y lo llevaron a casa.

CAMBIO DE SENTIMIENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora