Cuatro:

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No dijeron nada, mientras ambos se acomodaban de nuevo juntos, pero el corazón de Louis se hinchó cuando Zayn no sólo lo esperó, sino que le ayudó a ajustar tanto su falda como su cabello. Entonces, después de un dulce sonriente beso, sostuvo su mano para guiarlo por el laberinto de cuerpos jodiendo de nuevo dentro del propio club. Ordenaron las bebidas y luego se retiraron a un lugar más tranquilo. Ninguno de ellos dejó de sonreír ni una vez.

―Me encantaría volver a verte ―dijo Zayn finalmente, mientras ellos se apoyaban en una barandilla con vistas a la pista de baile.

Louis asintió.― A mi también.

Zayn se acercó codeándolo.―Por cierto, no tengo un fetiche con faldas ni nada. Pero tú en ese vestuario... ―le dio a Louis un vistazo, una vez más rodando los ojos y sonriendo.

Louis se sonrojó.―Sí, bueno, yo tengo un fetiche con las faldas. Me las pongo más que mi hermana pequeña.

La sorpresa fue perfectamente clara en la cara de Zayn. Louis esperó un momento de tensión, antes de que el calor sorprendiera a esos hermosos rasgos.―Está bien, entonces, mentí. Ahora definitivamente tengo que volver a verte.

Louis rió y se fundió bajo el brazo que Zayn puso sobre sus hombros. Oh, sí, este era quizás el mejor Halloween en toda su vida.



FIN


zouis ;; la faldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora