"Si hay algo que sé que es cierto, es que no importa cuán grande se vuelva tu imperio, no es nada, si no tienes a tu familia a tu lado. La familia es para siempre, hasta el último de tus alientos".
Sé que el día de hoy comenzará algo difícil, ya que, al despertar, veo un mensaje de mi padre, dice que habrá una reunión familiar; no sé de qué se trata, pues solamente piensa en momentos necesarios. La última vez fue por el comportamiento inapropiado de Alina.
Respondo el aviso de mi padre con un simple «Claro, nos vemos». Seguido de esto, me voy al chat con mis hermanos, para poder preguntar si tienen alguna idea sobre la reunión familiar.
The Ivanok
Kimberly
Hola, ¿saben sobre qué va la reunión? ¿Alguno hizo algo de lo que no esté enterada?
Alina
Tengo un par de ideas, pero no sé si es sobre eso; me he comportado bien, dentro de lo posible.
Viktor
Ni puta idea. Tampoco es como que me interese.
Al no tener más información, suspiro, a veces no son de mucha ayuda, realmente. Me destapo para sentarme en la cama y estirarme un poco. Me coloco mis pantuflas para ir al baño y darme una buena ducha matutina.
Al acabar mi ducha, comienzo a arreglarme, ya que me levanté algo tarde y no tengo tiempo de hacer ejercicio, sino llegaré tarde y es algo que realmente no deseo. Me visto con un vestido floreado que llega hasta mis rodillas, junto unos tacones negros a juego; me coloco unos aretes pequeños y un collar, el cual posee un dije pequeño de corona.
Al bajar, me encuentro en la sala con mis padres, pero sin rastro de alguno de mis hermanos. Mi padre se acerca a mí, dejando un beso en mi frente.
—Kim, mi vida, ¿cómo te encuentras? Tu madre me ha contado sobre su discusión del día de ayer —ruedo mis ojos, mirando a mi madre de reojo, quien posee una sonrisa—. Espero que no vuelva a ocurrir una cosa como esas. Emily, Kimberly no tiene porqué pedirte disculpas —mi padre se voltea en dirección de mi madre, quien frunce el ceño, cruzándose de brazos.
—Esto debe ser una broma, Adam. Tienes que ponerle un alto a Kimberly, no a mí; ella es nuestra hija, me parece una falta de respeto, debe aprender límites. Se está convirtiendo, más bien, ya es una niña malcriada, mimada, berrinchuda, superficial y ya ni corazón tiene. Aún tenemos tiempo de hacer las cosas bien con Kimberly, como lo hice con Viktor y Alina, ellos son bondadosos, amorosos, educados y son las personas más buenas que he podido conocer —mi madre está más que furiosa. Realmente se había creído al comienzo que mi padre me iba a regañar a mí, cosa que es evidente que no, yo no soy la equivocada.
—Emily, ella no está equivocada. Kimberly no tiene porqué pedirle perdón a una empleada. ¿Por qué debería hacerlo? Esta casa está a su nombre, aún si no lo fuera, no tiene porqué rebajarse con la servidumbre —mi padre da un paso al frente, dejándome detrás de él, mientras le mantiene la mirada a mi madre. Pareciera que van a salir chispas de odio de los mayores.
—Buenas. Madre, señor —la presencia de Alina de cierta forma hace que dejen de discutir y se enfoquen en la del medio del clan.
Miro a mi padre, quien inspecciona a su hija; claro que en esto estamos de acuerdo: usa ropa muy vulgar, no tiene nada de clase. Ella es la oveja negra de la familia.
—Hola, hola. ¿Qué pasa? —Viktor entra como si nada, comiendo una dona llena de azúcar. Mi mirada baja hacia su camiseta, tiene rastros de labial, lo cual no es sorpresa para nadie. La otra oveja negra de la familia, ahora que lo pienso, definitivamente es la única con clase.
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¿Me darías un ultimo beso?
Roman d'amourDice la leyenda que todos tenemos un hilo rojo del destino. Que nos conecta con nuestra persona especial y si están destinados a estar juntos la vida los hará coincidir una y otra vez, hasta que funcione. El hilo rojo puede estirarse, contraerse, te...