[Cuarta Parte de The Lost Ring]
Una nueva generacion ha llegado al instituto de Nueva York, que tendra que afrontar los peligros y consecuencias que sus padres afrontaron a su edad.
Nuevos secretos se descubren de la familia Bloodmane y su important...
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"Hoy es el Frabulloso dia, y no me lo perdere por nada en el mundo"
⚜
Antes de que a Hope le llegase el Mensaje de Fuego de quien sabe quien, distintas cosas pasaban dentro de la Residencia Bloodmane.
Todos se estaban preparando ya para las pruebas, ya que Antonio y Rhaegal las darian para los trescientos miembros Bloodmane que observarian sus jugadas.
La gran parte de la familia ya estaba en el campo del juego, buscando sus lugares para poder ver a travez de las grandes pantallas lo que estaba pasando dentro de las paredes.
Hoy era el frabulloso dia... donde nada puede salir mal.
Dos dias antes, cuando Magnus y Chris arrivaron a la residencia con muchos nervios, fue para decirle a Evie que mas casos de drenados estaba ocurriendo, y mas gente del Club de los Muertos estaba matando personas.
Era cuestion de tiempo para encontrar al brujo Elliot.
Pero Evie decidio que los demas directores del Consejo Real hagan lo que tengan que hacer, ella lo aprobaria. No queria arruinar el frabulloso dia para sus hijos.
La verdad era, que Evie no le mando ese mensaje de fuego a Hope, sino que se trataba de otra persona.
Y seria una sorpresa que Hope se llevaria alla mismo.
La Reina Madre se vistio con un elegante vestido rojo que resaltaba su cintura y arrastraba su cola por el piso, portaba un corset de cuero oscuro con unos zapatos altos, un peinado y un maquillado elegante para la ocacion, debia sentirse orgullosa de sus hijos.
Si pasaban las diez pruebas, serian completos Bloodmane.
-Es hora, cariño -le dijo su papa, entrando en su habitacion con cuidado y su hija lo vio por el espejo.
-¿Donde estan mama y Caspian? -pregunto ella, caminando hacia su papa ya lista, con un elegante tono.
Su padre, que llevaba su perfecta armadura dorada con su capa blanco en su espalda, le sonrio a la par que le tendia el brazo.
-Ellos ya reservaron nuestros lugares en primera fila, para ver a nuestros nietos triunfar mejor -respondio el, logrando que su hija le sonria mas en grande.
Ambos salieron de su habitacion, lentamente.
-No estoy avergonzado de lo que hiciste, hija -dice el y ella lo ve, sabiendo de lo que estaba hablando- Yo tambien hice cosas... que jamas debi hacer...
Evie lo miro incomprensiva, ella no sabia de que estaba hablando.
¿Que habia hecho? Se preguntaba.
Pero esas preguntas no serian respondidas hoy, porque era el dia de Rhaegal y Antonio.
