Fumamos, escondidos en la sala vacía, donde se hacía las reuniones para recuperarnos. Bailamos entre las tantas sillas, y escribimos frases aleatorias en la pizarra negra, nos arrojamos tizas de colores, y nos sentamos en las ventanas. Arrancamos las hojas de los árboles y nos sonreímos. Le oí decir que me amaba, y pude responder que yo aun más. Creo que ya no tengo razón para escribirte estas notas, te olvide.
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kill me [2]
Short StorySi no te importo, ¿por que debería de preocuparme por ti? Hoy, mientras mis padres firmaban los papeles para quedarme en rehabilitación, entendí que no vales la pena. Él, el chico de las cicatrices, él, merece una oportunidad de vivir, no tu. Cola...