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Las nacionales. Aquel sitio donde los equipos de voley salen a la luz en busca de competir contra sus oponentes, donde las energias se gastan y los gritos se hacían oír, las alabanzas a los reconocidos por su club de fans, las bellas chicas enamoradas, familias y desconocidos alentando con pasión
Para Shoyo todo era enorme -no solo por su estatura- la cancha, la multitud, todo era gigante, no podía evitar saltar de la emocion, estaba a tan escasos sentimetros de su sueño, ser reconocido y poder llegar a ser nombrado como el pequeño gigante de la nueva generación. La emocion lo absorbia a cada paso que daba.
Sus brillantes ojos miraban todo el lugar con admiración, parecia que habia vuelto al kinder pues se comportaba como un pequeño con deseo de experimentar
Al ingresar dieron una entrada triunfal, Tanaka y Nishinoya inflaron su pecho con orgullo mirando con el ceño fruncido a todo aquel que se dignaba a mumurar sobre sus bellas mánagers, Kageyama caminaba con su preciado cartón de leche que al terminar oprimio quitando la ultima gota, mirando al frente con arrogancia, Tsukishima veía el lugar desinteresado llamando la atencion de muchos por su gran porte y altura, intmidando a aquellos tipos que pasaban por frente al equipo. Yamaguchi a su lado manteniendo una mirada intesta mas nerviosismo que molestia pero su grandesa no se desvanecia, Hinata caminaba a paso suelto con sus puños apretados reteniendo su ira al escuchar aquellos murmullos dedicados a su estatura, Ennoshita, Kinoshita y Narita, caminaban con sus frentes en alto, Sugawara se mantenia junto a Daichi y Asahi viendo el gran espectáculo de intimidacion que hacian sus retoños, aunque ellos tampoco se quedaban atras, sus caras serias tambien intimidaban, era como ver a un fruto maduro, la fruta era deliciosa pero las manchas negras intimidaban cuando enrealidad son las partes mas ricas en azúcar, en el caso de los de tercero, se veían intimidante con sus rostros maduros y en neutro, cuando en sus adentros seguían manteniendo su azúcar.
Despues de todo... Allí estaban, compitiendo contra Inarizaki, aquella preparatoria que mantenia a dos gemelos demostrando su trabajo en equipo, los miyas eran de temer, no solo por su gran estatura comparada con la de Shoyo, si no que el aura que los rodeaba era alarmante, el simple hecho de estar cerca ya te hacia temblar.
Aunque, Hinata tambien la tenia, sus ojos marrones no los quitaba de la mira, se movia con agilidad y eficiencia, sus rivales lo veían como un digno eredero de cuervos, viendolos mas como insectos que sirvirian de alimento para sus crias que un grupo de zorros que lo esperaban para cazarlo.
Hinata relucia cómo un hermoao sol de atardecer, Kageyama, Nishinoya, Tsukishima, Yamaguchi, Sugawara, Daichi, Isahi, Tanaka, Ennoshita, Kinoshita, Narita, todo kurasuno era un grupo indomable, todos demostraban lo grandes y mejores que eran y son, logrando intimidar al grupo de zorros
La emocion que sintió al golpear el balón por primera vez lo alento a más, ver a Kageyama colocarla para él, ver el balon en el aire coincidiendo con su gran salto y verlo estrellado en el suelo dando un punto a su equipo lo hacia sentir que estuviera volando con unas bellas alas negras que cautivarian a cualquiera
