prólogo

554 56 109
                                    

Cho Sang-woo, Un hombre de... ¿Negocios? No, más bien un hombre de engaños, estafas y muchas deudas.

Y no una deuda cualquiera, Sang-woo tenía una deuda de 6 mil millones de wones.

¿Cómo Sang-woo, el prodigio de Ssangmun-dong, como muchos le solían decir, Podría tener una deuda de ese calibre?

Eso no importaba ahora, Sang-woo estaba siendo perseguido por la policía, tenía una orden de arresto por falsificación de documentos privados y actos de malversación, algo que obviamente Sang-woo mantendría en secreto, tanto así que tuvo que llegar al punto de mentirle a su propia madre y decirle que estaría fuera del país por viajes de negocios, y solo por qué no quería arruinar su tan alta reputación.

Pero Sang-woo no quedaba tranquilo con eso, todas las noches pensaba tanto en como pagar esa maldita deuda hasta llegar al punto de no poder dormir.

Solo un milagro podía salvarlo y Sang-woo no creía en eso.

Una noche Sang-woo iba caminando en dirección  a comprar algunos cigarrillos cuando de repente un hombre con traje y una maleta en mano lo detuvo.

-Disculpe señor, ¿Tiene un minuto?

Sang-woo dudo un poco ¿Que necesitaba de el? ¿Era un policía encubierto? ¿Lo habían atrapado? Podría ser todo eso o simplemente estaba muy paranoico, necesitaba eso cigarrillos rápido, pero antes necesitaba acabar con esto.

-Sí, ¿Qué necesita?

-Bien, Me gustaría darle una gran oportunidad que cambiara su vida ¿Te gustaría jugar un juego conmigo? 

¿Juego? No tenía tiempo para eso.

-Disculpe, tengo que irme, adiós

Cuando iba a reanudar su camino el señor de traje lo detuvo abriendo su maleta dejando en ella ver billetes, muchos billetes.

-¿Le gustaría jugar ddakji conmigo? Si usted voltea mi ddakji le daré cien mil wones ¿Le parece bien?

¿Qué? ¿Esto era una broma? ¿A quién se le ocurre dar dinero de esa forma?

-Señor, no estoy para bromas, déjeme en paz

-No estoy bromeando, cada vez que me gane le daré cien mil wones, estoy hablando muy en serio.

Y vaya que si hablaba enserio, bueno, ddakji no es un juego difícil, lo jugaba de vez en cuando cuando era niño, esos cien mil wones estaban asegurados es su bolsa.

-Esta bien acepto.

-Muy bien, dejaré que usted vaya primero, ¿Que color prefiere, rojo o azul?

¿Eso en realidad importaba? El solo quería esos cien mil wones.

-Azul, empezemos con esto, espero que no sea una broma.

Sang-woo arrojo el ddakji hacia el suelo con la intención de voltear el otro, pero este quedo inmune, como si no le hubiera caído nada encima.

¿Cómo podría ser esto posible? Sang-woo estaba seguro que se iba a voltear.

De pronto vio como el señor de traje arrojo su ddakji con una fuerza que pudo voltear al suyo, ¿Cómo lo había logrado? No tenía idea, pero ahora el tenía que pagar cien mil wones, ¿Pero como? El no tenía ese dinero a su disposición.

-Bien ahora tienes que pagarme- Dijo el señor de traje dirigiéndose a Sang-woo, este tenía una cara de confucion y sorpresa.

-No puedo, no tengo ese dinero, no sé cómo pagarte- No podía cargar con otra deuda mas, ya tenía muchas, ¿Cómo le podía pagar?

-Bueno, si es así el caso, vas a tener que pagar con tu cuerpo.

¿Con su cuerpo? ¿A qué se refería? ¿Un trabajo sexual? No tenía problema, en realidad no le importaba que fuera un hombre, pero, Estaba en medio de la calle y su casa estaba demasiado lejos y al parecer el señor no venía en coche, tal vez a Sang-woo no le importaba que fuera un completo desconocido y además un hombre pero si quisiera algo de intimidad, el exhibicionismo no iba de la mano con Sang-woo.

-¿Pero en dónde?, Aquí no veo algún callejón o algo parecido- Dijo Sang-woo, al lo que el señor se le quedó mirando de una forma confundida

-¿De que habla?, Cómo no puedes pagar con efectivo, lo pagarás con tu cuerpo, te daré una bofetada, una bofetada valdrá cien mil wones, ¿Le parece bien?

Sang-woo sintió un alivio, menuda confucion que se había montado, este señor podría ser un hombre de negocios, pero explicarse bien no se le daba bien.

-Esta bien, venga, dámela.

Y así el señor de traje le dió un cachetada a Sang-woo, una bofetada tan fuerte que dejaría marca.

-Bueno, un gusto jugar con usted, compromiso, que pase buena noche.

¿Que? Después de que me diera una bofetada que me dejaría marca ¿se va?, Sang-woo no lo dejaría irse hasta que gane dinero

-¡No!, espere, ¿Podríamos jugar de nuevo? Porfavor.

Y así pasaron varias rondas de bofetadas hasta que por fin Sang-woo ganó los cien mil wones.
-Muchas felicidades, tome su dinero- Dijo el señor dandole el efectivo a Sang-woo con una cara de felicidad, este los tomo inmediatamente, -Sabe, puede ganar más dinero jugando juegos como este ¿No le gustaría intentarlo? Tome- El señor, saco una tarjeta de su bolsillo. -Hay pocos lugares, piénselo y llámenos si quiere participar- Sang-woo tomo la tarjeta. -Hasta luego, Cho Sang-woo- El señor tomo su maleta y se fue dejando a Sang-woo impresionado.

Sang-woo quedó confundido, tanto así que regreso a su casa sin comprar nada ¿Cómo sabía su nombre? Ese encuentro fue más que extraño, Sang-woo miro la tarjeta que le dió ese extraño señor, era una tarjeta que tenía impresa tres formas geométricas, un círculo, un triángulo y un cuadrado, al reverso tenía un número telefónico. Sang-woo no sabía si debía llamar, pero recordó que el señor le había dicho que podía ganar dinero con juegos sencillos, parecía una gran oportunidad de poder acabar de una vez por todas con sus deudas, así que Sang-woo decidió llamar al número de la tarjeta.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 07, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

| Lies and betrayals | Sang-woo x Ali |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora