Capítulo 4: ¿Buenas coincidencias?

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¿Me creyeron muerto? Pues no, sigo vivo.

No poseo ningún derecho.

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Capítulo 4: ¿Buenas coincidencias?

Había pasado bastante tiempo desde Shirou dejo de contar los días que pasaban debido a que era bastante tedioso y honestamente era lo mejor ya que de esa manera no pensaba en qué hacer con su tiempo.

No había hecho nada digno de mención, pero al menos ahora tenía agua y una fuente sustentable de alimentos. Desde que comenzó su vida como un ermitaño, Shirou recorrió la totalidad del bosque y era consciente de todos sus límites, de alguna manera pudo encontrar una barrera con un ligero rastro de carretillas en el lugar. Más que nada, era un conjunto de una barrera y solo se dio cuenta de ello porque parecía notar las runas inscritas en ella.

A pesar de todo, la mujer detrás de él no se había molestado en despertar. Realmente estaba estresado por esta situación, si de alguna manera tuviera sus capacidades físicas al máximo indudablemente podría ir a la ciudad o regresar por donde vino. Tal vez incluso practicar su magia en diversos aspectos de los cuales no tenía ni idea que significaban.

Alaben a Rin por ser una genio y no estar presente.

Pero Shirou sabía que no era tan fácil, por lo menos no cuando no estaba al tanto de las amenazas que enfrentaría en el momento en que pisara la civilización, si fuera completamente honesto, casi podía apostar que tratarían de asaltar a la mujer con la que cargaba.

Era realmente molesto tener que lidiar con esta situación, pero al menos ahora sabía que después de tiempo suficiente bajo un riguroso entrenamiento, su cuerpo podría manejar al menos una fracción de su antigua fuerza, de ese modo tal vez puede que sobreviva un poco más.

Aún recordaba esa escena que pensó que sería lo último que vería a lo largo de su corta vida.

Fue una estocada como la de un rayo.

La punta de la lanza dirigida para atravesar su corazón y sabía que esquivarla sería inútil. Siendo el rayo que era, se hizo invisible para el ojo humano.

Pero- ese rayo que intento atravesarlo fue repelido por la luz de la luna que trató de salvarlo.

El mero recuerdo de esa hermosa y fatídica noche seguía vivo en su memoria y es algo que sin importar cuanto tiempo pase jamás olvidaría. Eso quedó más que claro dentro de su memoria, fue hermoso, artístico, casi, casi como si el mundo se hubiera desvanecido y solo existiera él y

Su rostro ligeramente inclinado.

Sus tranquilos ojos verdes.

Ese instante, se convirtió en una eternidad.

Los mechones dorados que iluminaban la totalidad de su mundo se superpusieron a mechones blanquizcos casi plateados que estaban sobre su rostro. Nunca pensó del todo lo que significo dicho encuentro, solo fue una parte más dentro de su lamentable vida, pero eso pareció iluminar su camino.

Ugh.

Otro día.

La misma sensación de aquella mañana después de su primera muerte. De no ser por Rin ni siquiera habría experimentado los placeres de la vida.

Habían pasado bastante tiempo desde que terminó en este bosque y por más que lo recorrió, aparentemente solo fue caminando en círculos. Aunque saltó más allá de los árboles que le daban sombra, lo único que podía visualizar eran unas montañas, sin camino el cual seguir, del otro lado estaba lo que parecía ser el mar, honestamente quiso ir a investigar, pero no tenía sentido pasar la noche donde solo había humedad a su alrededor.

Fate AshuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora