Vikingos 1/6

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Había estado a nada de recibir un estruendoso derechazo en la nariz si no hubiera hecho su cabeza hacia atrás.

Sujeto rápidamente el brazo del contario para darle tres patadas consecutivas directamente al hígado de su oponente, inmovilizándolo en segundos y separándose justo a tiempo para la ovación de sus compañeros.

Andy estaba respirando sobresaltado, no era la primera vez que casi se muere por estar distraído, no obstante hoy eran sus exámenes, debía a estar atento a cualquier ataque; pero siempre se perdía en sus pensamientos aún cuando estuviera a nada de acabar con una daga clavada en el corazón.

Los resultados ya eran de esperarse había obtenido el tercer lugar de su clase por no concentrarse, nada mal para una clase de treinta pupilos, el vikingo encargado de su educación le había repetido mil veces que podría dar más que eso, tenía el suficiente talento para superar a sus hermanos si no fuera tan torpe, ojalá se lo dijera a su mejor amigo que había quedado en quinceavo lugar, aunque la charla siempre iba a ser con él.

Por lo menos era fin de semana, podría ir con Lonny a las fogatas de media noche a  las fiestas que organizaban a escondidas de los mayores con música estruendosa y cerveza a morir.

La platica que tenían entre ellos mientras iban a sus hogares era de lo más banal o al menos así lo intentaba manejar Andy ante la bolita de nerviosos que venían siendo Lonny.

—Ni siquiera es tan bueno ser el menor, mis otros cinco hermanos mayores solo farfullean de sus grandes logros mientras todos esperan que los supere, por lo menos tu no tienes expectativas que cumplir—comentó Andy jugando a lanzar y atrapar su cuchillo.

—Pero sí que marcar, debo tener la vara en alto para mis hermanos, pero ese no es el tema, deberías dejarte la barba, ya sabes que las habladurías no han parado y perdiste tu última oportunidad de reivindicar tu nombre hace tres meses.

Andy solo le dio una mirada de disgusto y rodó sus ojos por semejante recordatorio en lo que su amigo continuaba su perorata.

—Bueno dudo mucho que alguien te vuelva confundir con una fémina, los barcos vecinos no encallarán aquí por unos meses, a menos que sea tu sabes quien.

—Ni me lo recuerdes una situación más y pasó a concubinato directo con el imbécil en turno, ya es mucho que me digan hechicero todo el tiempo cuando hago algo que no les parece,—explicó Andy frunciendo la nariz—además ese idiota no podría distinguir un tarro de cerveza de uno de hidromiel incluso si Odín le dijera la respuesta.

—Andy, realmente me preocupas, podrías perder tu vida si alguien te cacha cometiendo otra falta.

—Me la deje crecer hace poco, no soy muy velludo así que tardará bastante en salir, —mintió Andy con una sonrisa falsa—se que estoy a un paso de joderme la vida; pero... ni siquiera lo busco, tú, mis hermanos y la mayoría de nuestros amigos pueden respaldar eso.

—Lo sé Andy, pero no todo el pueblo lo sabe, mucho menos los más ancianos, para ellos estas a nada de ser considerado una yegua solo necesitan una prueba más, —rebatió Lonny deteniéndose junto a la casa del contrario—tus hermanos de seguro pueden aconsejarte como ser más masculino.

—No lo sé, Jinxx ya formó su propia familia hace un tiempo, CC está siempre en el mar saqueando pueblos al igual que Ashley, Jake es aprendiz de herrero y Matt...

—Apenas se va a graduar como vikingo este año, puedes preguntarle a él, solo necesitas sobrevivir dos años más hasta que alcances la mayoría de edad,—sugirió Lonny despidiéndose de su amigo—luego de eso te quitarás el peso de ser el hechicero del pueblo.

Nunca quiso besar a ninguno de esos chicos, obtener su atención o ser cortejado de alguna manera; pero por lo visto las pocas convivencias con la tribus aledañas habían causado un montón de mal entendidos; usaba la misma ropa que todos sus compañeros...

Tradición vikinga (sysack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora