𝔼𝕝 𝕔𝕠𝕞𝕚𝕖𝕟𝕫𝕠 𝕕𝕖 𝕒𝕝𝕘𝕠 𝕚𝕟𝕖𝕤𝕡𝕖𝕣𝕒𝕕𝕠

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Todos pasan cosas inesperadas.

Pueden ser tanto buenas y malas. Solo que, no lo sabes, y cuando menos te lo esperas. Ocurre.

Y teniendo en cuenta, lo que pasó esa noche, en medio de una locura total.

No me cabe ni la menor duda. Lo inesperado, te esta esperando sentado, detras de tu ventana....

*****

La alarma de mi celular resono en toda la habitación, molestando a mis oídos junto a mi hermosa siesta. No tuve más opción que levantarme e ir al baño para alistarme.

Baje en direccion al comedor encontrándome a mi padre junto a Ane- san.

─ Buenos días ─ salude a ambos con un poco de pereza.

─ ¿Y esos ánimos?, ven siéntate a desayunar ─ Kouyo indicó mi asiento cerca de ella.

─ ¿Que tal tus siesta? ─ pregunto mi papá Paul.

Vivía junto mi hermana mayor y Padre, en una simple y bonita casa lejos de la ciudad, a unas cuadras de la escuela. Lo que me hacía facil ir con ayuda de mi bici sin necesidad de caminar. Sólo con dos personas, pero eran las más importantes en mi vida.

─ Más o menos pa, pero no te preocupes igual dormi bien. ─ solté un bostezo.

─ Parece que olvidaste estirarte antes de levantarte, por eso estas cansada cariño─ comento tranquilo abriendo un pan. Le di la razón.

Comi lo más lento que pude. Eso fue un grave error, observe el reloj en la pared. Se estaba haciendo tarde.

Me levanté con apuros. ─ ¡Mh! ─ exaspere nerviosa, tome mis cosas y meti un pan a la boca mientras salía hacia la puerta. Detuve el paso. ─ Dizcullpa ño me dezpegdi ─ saque el pan que dificultaba mi hablar ─ ¡Adios! ─ sonrei ya saliendo de allí.

─ ¡Cuidate cariño! ─ escuche venir de Ane- san.

Me dirigi hacia la escuela con una sonrisa.

****

Esta mañana fue una muy, se podria decir ¿extraña?.

Dazai todavia usaba esa fea capucha negra y la venda en su ojo, decia que era su tipo de "dizfras", es la rara del colegio, queria seguir manteniendo su papel en pie.

Honestamente, no entiendo a alguien como ella.

Siguiendo con lo actual, hoy la vi muy ansiosa, a cada rato en nuestro salon (no el B-103) miraba la ventana, como esperando a alguien.

─ ¿Que tanto miras la ventana? ─ pregunte confundida.

En su sitio, un poco cerca a la ventana, sentada de rodillas meseaba sus pies ansiosa. No respondio.

─ Responde fea momia ─ me tomé un poco más de confianza. En eso le di un nuevo apodo.

Giro mirándome ─ No es nada~

Yo chiste acercadome hacia su lugar mirando donde ella, notando nada. ─ No veo ni una mierda, tan interesante es el suelo de afuera.

─ Si tanto quieres saber, si, espero algo ─ respondio rapido sin voltear a verme.

La curiosidad me entró de repente, hasta que la canpana sono. Volví a mi asiento. Recordando ese día, donde Dazai me dijo que no hiba a desaparecer. Me empece a leer la novela, tenía buena trama aunque ese era el motivo de mi cansancio. Pero aquí yo, aguantandome las ganas de no dormirme, por llegar a desvelarme casi toda la noche. Valió la pena.

Chemin De RosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora