ℂ𝕠𝕞𝕖𝕥𝕒𝕞𝕠𝕤 𝕦𝕟 𝕕𝕖𝕝𝕚𝕥𝕠

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─ ¡Dazai- san! ─ Después de tanto tiempo, como si fueran años. Mi kohai se acerco hacia mi para darme un fuerte abrazo ─ la extrañe mucho.

Hice un sonido de felicidad, correspondiendo el abrazo al chico en mi encima.

─ Tambien te extrañé Atsushi- kun~, y no solo yo, ellos tambien te extrañaron demasiado, te as quedado ausente mucho de estos días ─ comente cerrando los ojos, mientras acariciaba suavemente su espalda, notando a la chica al fondo. ─ Oh Akutagawa- chan, bienvenida ─ Regalé una sonrisa cálida a la chica de cabello largo, negro con puntas blancas. Sorprendida de recibir ese trato de mi parte.

─ Es un gusto, volver a verla Dazai- san ─ una reverencia, rizando su cabello negro, gesto de timidez.

─ Es un gusto, volver a verla Dazai- san ─ una reverencia, rizando su cabello negro, gesto de timidez

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Era evidente el parecido con su hermana, solo que Akutagawa- chan era la mayor.

─ Y cuéntenme ─ me separe de el ─ que tal su aventura, ¿resultó ser más increible que las que hacemos junto a la banda?, o , desplegastes tus dudas a respuestas. Eso me interesa más, después de todo ese lío ─ realmente estaba interesada en la respuesta, estoy segura que Atsushi- kun pudo hacerlo.

El chico tomo su tiempo para hablar, le indique que se siente, ellos en una silla, yo en el pupitre, cerca a la ventana.

Escapó un largo suspiro ─ Si lo hize Dazai- san. Logre conocer... a mis padres. ─ su mirada era decaida. Me preocupe, gesto que no demostraba a otras personas, a menos que seas alguien importante para mi.

─ No puedo opinar al respecto, solo que, no se si son buenas o malas noticias. ─ me acomode mejor en mi "asiento", apoyando una mano sobre mi mejilla.

─ Digo lo mismo que usted, el viaje hacia Tokio con Ango- san y Akutagawa, valió la pena aunque lo niegue.

─ ¡Encerio!, A ver dime como son tus padres. ─ espere con paciencia.

─ Son unos idiotas ─ respondió serio. No le creí, pero, la seriedad en sus palabras, callaron mis dudas

─ Qué, ¿Cómo es eso?, ¿No estabas tan ansioso de conocerlos? ─ quede confundida

─ Lo estaba, pero terminaron siendo los típicos millonarios con cerebro lleno de mierda y dinero ─ habló la Akutagawa, intentando regular un leve ataque de tos.

Ignore toda palabreria de lenguaje vulgar. Con solo una palabra en mente resonando como eco: "Millonarios", Millonarios"

¡Tus viejos son millonarios! Ni me moleste en ocultar mi verdadero asombro. El provilegio de tener padre millonarios, era beneficioso para Atsushi, alguien que siempre se queja de el poco dinero que trae en su miserable monedero, al no poder pagar 20 platos de chazuke consumidos al día. Tenia casi la vida comprada, ahora sentia envidia.

Chemin De RosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora