8- Segundas oportunidades

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Louis

Después del numerito que monté ayer en el club y luego en la casa necesitaba salir y despejarme un poco. Gastar la energía que parecería querer explotar en mi cuerpo.

Y no hay mejor opción que un buen partido de fútbol.

— No sé qué me pasó ayer. —paso una mano por mi cuello—, solo me dejé llevar por los celos.

— Lo sabemos Lou, pero solo conseguiste molestar a Tina y Harry. — Zayn me da una mirada de reprobación. 

Resoplo. Como si no tuviera eso claro. Nunca había discutido con Tina de esa manera. Supongo que no estoy acostumbrado a verla con chicos alrededor. Aunque sepa que los chicos son mis amigos y la quieren como hermanos. Sé que me dejé llevar.

Mis discusiones con Harry siempre han sido por cosas estúpidas de la banda o por quién le tocaba pedir la cena. Nunca imaginé que estaría a punto de golpearlo por estar bailando con mi hermana menor y defenderla de mí. 

— Deberías disculparte con ellos. —dice Liam en cuanto hace algunos estiramientos.

— Principalmente con Tina y también debes aclarar las cosas con Harry. —agrega Niall.

—Ya pensarás cómo poner límites entre ellos si tanto te molesta la idea de verlos juntos.

Zayn me mira alzando una ceja como si esperara que dijera que no me molesta ver a mi hermanita con uno de mis mejores amigos.

— Está bien, hablaré con ellos cuando lleguemos a casa. Ahora vamos a jugar.

 Soy el que mejor juega de todos nosotros y será fácil vencerlos. Necesito una victoria que me ayude a ponerme de buen humor. Ya pensaré en algo para que Tina me perdone y Harry se mantenga al margen.

— Niall y yo contra ustedes. —anuncia Liam con aire superior.

— Perfecto. Lou y yo los haremos polvo y quién pierda tendrá que invitar las cervezas. —propone Zayn.

— Hecho. 

Respondemos al tiempo y todos los pensamientos en mi mente le dan paso a la euforia de tener la pelota en el campo. 

***

Esto era justo lo que necesitaba. Ganarle a Liam y Nial había sido mucho más fácil de lo esperado. Zayn y yo somos un equipo perfecto y esos tontos no pudieron con nosotros.

Al final el marcador quedó 3 – 2, y si ellos consiguieron anotar 2 goles fue porque sentí lástima y quería que se motivaran para hacer más emocionante el juego.

Casi una hora después los cuatro estábamos jadeando exhaustos y las gotas de sudor corrían por nuestras frentes. No podíamos seguir y eso fue el pitido final de nuestro encuentro.

— Era bastante obvio que ganaríamos. —me burlo.

— Fue suerte, no estamos en forma. — se excusó Niall y puse los ojos en blanco.

—Niall tiene razón. La gira y la comida chatarra de los últimos días no jugaron a nuestro favor.

— Lo que digas Payno. — me rio.

— Volvamos a casa, muero de hambre. — Zayn me pasa un brazo por los hombros y nos dirigimos a la salida del estadio.

Tina

— Ya estoy en casa, amor. —anuncia Niall y se abre paso entre los chicos para rodear a Harry por la cintura.

Sonrío. Mis chicos están de vuelta.

Huyendo de la famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora