Roomies

Capitulo 2: Una mas de ellos.

Hola chicos! Aqui les presento el segundo capitulo de Roomies. Espero que les guste y me encantaria saber lo que opinan de las tonterias de los personajes jajaja, tambien seria interesante saber que opinan en general de la historia. No tengan pena de comentar! Y si les gusta el capitulo tambien pueden regalarme una estrellita. Saludos a todos los Roomies!!

Capítulo 2: Uno más de ellos.

Al día siguiente, Daphne había empacado todas sus pertenencias. Por lo menos, las que podía llevarse. Y respiro un aire puro al ver la mansión frente a sus ojos azules. No era la misma en que vivían Monique y Arlene, pero era arquitectónicamente idéntica a la otra. Además quedaba a unas pocas cuadras de donde vivía su prima.

Daphne dio un paso al frente y con una sonrisa dibujada en su rostro, presiono el botón del timbre para escuchar desde afuera, como sonaba dentro de la casa. Esta vez, a diferencia de la otra mansión; alguien respondió a la primera timbrada. Pero la sorpresa de la chica fue ver que quien atendió a la puerta era un chico de cabello rubio como el sol y tenía un par de ojos verdes que parecían esmeraldas. -"¿Um, se te ofrece algo?"-Pregunto desconcertado.

-"Ah! Tú debes ser el mayordomo."-Dijo Daphne mientras colocaba su mano sobre su pecho y lo empujaba hacia adentro para moverlo del paso. -"Supongo que Arlene ya te aviso. ¿Entonces?"-Pregunto ella mientras lo miraba a los ojos pero el chico parecía desconcertado. -"¿Cuál es mi cuarto? Y para ser mayordomo estas vestido demasiado casual ¿No crees?"-Pregunto ella mientras se dirigía hacia las escaleras. -"Tráeme las maletas por favor."

-"¡Oye!"-Grito el intentando hacerla que se detuviera. -"Yo no soy ningún-"-El rubio se detuvo al sentir una mano posarse sobre su hombro. - ¿Qué ocurre porque gritas?­- le preguntaron y él se dio la vuelta para ver a su compañero frente a él cruzando la puerta, llegaba justo a tiempo. - "¿No viste? Esa chica se metió a la mansión y cree que es su casa. Debe de estar borracha o enloquecida. Cree que soy su mayordomo."

-"¿Mayordomo?"-Pregunto el chico alto de piel morena mientras contenía su risa. -"No entiendo porque si andas en calzoneta y camiseta."

-"Deja de reírte inútil y mejor has algo."-Dijo el rubio mientras fruncía el ceño y entrecerraba sus ojos.

Daphne llego hasta una de las habitaciones y como el mayordomo no le había ayudado en nada entonces ella escogería por su propia cuenta, en el caso, que estuviera ocupado entonces por lo menos, conocería a sus nuevas compañeras de casa.

Daphne vio la puerta y tenía un letrero de no molestar, haciendo obvio pensar que estaba ocupada entonces la chica se dio la vuelta para encarar la otra habitación que aunque estaba cerrada no parecía ocupada.

Ella abrió la puerta y entro a la habitación pero escucho un paso atrás suyo entonces se dio la vuelta para enfrentar a ese inútil mayordomo que lo más probable traía hasta ahora las maletas. -"Alfin"-Dijo ella pero sus ojos azules casi salen de sus orbitas al ver lo que tenía frente a sus narices.

Era un chico alto, de piel bronceada y un cuerpo bastante ejercitado, dándole forma a sus brazos y mostrando un six-pack perfecto. El tipo andaba apenas un bóxer y la chica pego un grito y corrió hacia el baño del cuarto para esconderse ahí y evitar el momento embarazoso. El tipo aun la miraba atónito. ¿Quién era ella?-Se preguntaba mientras notaba que su compañero de cuarto se estaba levantando y restregaba sus ojos aun adormitados y su cabello despeinado caía por todos lados.--¿Qué es ese escándalo Jaegger, ¿Viste otra cucaracha o qué?

Jaegger, le lanzo una mirada fulminante a su compañero, quien estaba bostezando y parecía inadvertido de la nueva visitante o mejor dicho, en este caso, invasora. La chica asomo su cabeza por el baño para ver si el musculoso ya se había marchado pero seguía ahí afuera y ahora parecía que se le había unido otro. ¿Qué diablos estaba pasando aquí? Parecía como que esta casa estaba llena de hombres o sino una de las chicas era demasiado lujuriosa.- ¿Puedes salir de ahí?-Le pregunto el musculoso con una voz suave.