La reencarnación era un tema en el cual muchos creían y otros no. Habían almas que sin importar que pasaban todas las vidas que se les fueron otorgadas al lado de otro amándose por la eternidad, unas de aquellas almas tenían como nombre Naruto Namik...
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《🍔》Un inconveniente en la misión de Boruto lo convirtió en... ¿¡Un niño!?
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Era un grandioso día en la aldea de la hoja, el cielo estaba azul y el sol alumbraba, pero no hacía calor. Era un día perfecto para todos.
Menos para el 6to Hokage
-¡¿QUE LE PASO A MI NIÑO DATTEBAYOOO!? –Grito escandalosamente el Uzumaki.
-Naru –Pronuncio el pequeño –Boruto quiere a Naru –Jugueteo un rubio de traje rosa mientras aplaudía y reía.
-Naru también te quiere mi vida –Le sonrió el Uzumaki, pero después dirigió su vista al Sexto Hokage –¡Me dijo que Boruto estaría bien Kakashi sensei!
-Naruto lo único que estaba en la misión era que Boruto iría por el pergamino y regresaría, no contábamos con que otros ninjas irían y en la pelea pasara eso –Apunto al pequeño quien caminaba mirando sus pies contando en voz alta cada paso de daba –Estas a cargo de el.
-¡Pero claro que estaré a cargo de el Dattebayo! –El rubio mayor extendió sus brazos y el Oji-Perla quien no tardo en ir corriendo hacia el entre risas –Este Boruto me gusta –Sonrió pero al segundo miro al Sexto –Pero también me gusta mi pareja ¿¡Cuánto tardara en volver a la normalidad!?
