❝¡𝐃𝐚𝐝𝐝𝐢𝐞𝐬!❞... +18

...°﹆❝𝗕𝗮𝗯𝘆 𝗮𝗯𝘂𝗿𝗿𝗶𝗱𝗼❞

M.

𖤍

Sus manitas suavecitas, al igual que todo su cuerpecito, por las cremas de ricos olores que sus Daddies le compraban, tomaban con delicadeza su peluche, era un peluche del tamaño de un niño de un año aproximadamente, de un dinosaurio color verde pastel, con pequeños mofletes rosaditos y corbata color negra. Lo movía con suavidad mientras hacía soniditos de pequeños gruñidos, con tonos arrulladores de su misma voz, intentando imitar los sonidos de un dinosaurio real, el nombre del peluche era ❛Galleta❜, lo eligió porque sus Daddies se lo regalaron acompañado de galletas; todos y cada uno de sus peluches tenían un nombre, cada uno desde el primero hasta el más reciente, y todos se los sabía de memoria.

━¿Cuando crees que vengan, Galleta?.━ Dijo abrazando al dinosaurio de peluche entre sus pálidas manitas dándole un besito en la cabeza al muñeco de felpa, luego poniéndolo frente a él, simulando que el peluche le estuviese respondiendo. ━Si yo creo lo mismo.━ Comento triste volviendo a abrazar al muñeco mientras se formaba un puchero en sus rosaditos y pomposos labios.

━¡Ya sé!.━ Comento alegre, cerrando sus ojitos, sonriendo con alegría mostrando sus lindos dientecitos blancos, aplaudiendo con entusiasmo y levantándose abrazando a Galleta, llendo con pasitos apresurados a su habitación.

Llegando y entrando, una linda y grande habitacion, con tonos pasteles y lindas decoraciones de corazones y estrellitas, una cama de dos plazas de lindas sábanas de tonos rosas y patitos felices repartidos por doquier, almohadas igual de rosa suave con caritas '""kawaii"", barios peluches y juguetes, algunos de ellos acomodados en la cómoda cama otros en estantes color blancos, todos bien acomodados limpios y suavecitos porque sus Papis los lavaban para el, muchas lámparitas con formas de abejitas colgando del techo, un gran peluche de oso en el suelo al lado de la cama, la delicada y blanda alfombra peluda color morado claro que abarcaba bajo sus piececitos y el gran ventanal a un costado de la habitación cubierta por cortina verdes pastel.
No solía dormir mucho en esa habitación tan bonita, porque casi siempre se quedaba a dormir en la habitación de sus Daddies, era más como una habitación de juegos para el.

━¡Vamos a jugar!.━ A pasitos apresurados llego a su camita, donde varios de sus peluches de encontraban repartidos por la amplica cama, acomodandolos a todos en dirección al baño de la habitación, incluyendo al dinosaurio, llendo a su armario, un armario grande, elegante moderno y de color blanco, con abejitas pegadas en algunas partes de las puertas, abriéndolo y en sus bracitos tomando varias prendas de ropa, igual de lindas que la habitación, en tonos pálidos, faldas, abrigos, pijamas adorables y de varias caricaturas que el veía, y su favorito, su traje de maid color rosa, amaba ese traje, sus Daddies se lo compraron un día en su cumpleaños y simplemente quedó maravillado a penas lo vio, iba acompañado de orejitas color crema, guantes blancos de gato y un collar con cascabel, sin dudarlo tomó todo y entro a pasitos rápidos al baño; no sin antes tomar su teléfono, no lo usaba mucho, tan solo hablaba con ❛Osito❜, ❛Segis❜, ❛Emi❜ y ❛Pablito❜, los dos últimos dos los había conocido hacia ya unos meses atrás, se los había presentado Segis y desde el principio le cayeron de puta madre, aunque sus Papis no conocían a los hermanos y seguramente cuando lo hicieran no les gustara mucho la idea de que se juntara con gente que no era muy legal, y los hermanos Escobilla eran de todo menos legales, esa era una de las razones por las cuales sus Daddies no sabían de aquellas amistades, pero para que negarlo amaba que sus Papis fueran tan protectores con el, lo hacían sentirse especial, tal vez algún día les presente a sus amigos mexicanos a sus Daddies; entro a Spotify y puso su playlist, una plagada de reguetón y una que otra música pop cada una más obsena que la anterior, conecto su celular por Bluetooth con su pequeño partante en forma de pingüino que estaba cerca y le dio a play, haciendo sonar a una altura no muy baja la música, empezando a mover su cuerpecito al ritmo de ella, sin más dejo el móvil de carcasa color celeste sobre la mesita de noche color naranja claro.