DENTRO DE UNOS DÍAS EDITARÉ LOS ONE SHOTS Y SEGURAMENTE ESCRIBA ALGUNOS MÁS.
TOKYOREVENGERS ONESHOTS.
CONTENIDO LEMON.
TODOS LOS PERSONAJES SON MAYORES DE EDAD.
DISFRUTEN BESTIES.
M/M, M/M/M, F/M, F/F, F/F/F
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F/M
Fue muy extraña la manera en la que conociste a Muto; en aquella fiesta a donde casualmente habías ido. Ahora que lo recordabas, probablemente ni siquiera te habría visto si no te hubieras tropezado con él, derramando toda tu bebida sobre él. Y aunque parecía que estaba luchando contra él mismo para no arremeter contra ti, simplemente se limitó a observar su ropa manchada. Fue un buen encuentro para ser el primero.
Ahora meses después, no sabrías decir que son realmente los dos. Las conversaciones pasaron a ser salidas. Tus amigos no ayudaban a aclarar los sentimientos que tenías en el pecho, dijeron que tal vez te estaba utilizando, que aprovechaba los sentimientos que tenías por él para que seguramente en el futuro los utilizara contra ti.
No querías desconfiar de él. Estabas enamorada y querías dar el siguiente paso, pero sólo te quedaba una opción. Así que ahí estabas, sentada en el sofá junto a él, con un vaso lleno de un vino barato, esperando a que tu cerebro pueda formular bien la pregunta que deseabas hacerle desde hace un tiempo.
Tardaste en reaccionar cuando Muto pasó uno de sus brazos rodeándote por la cintura, atrayéndote hacia él y sentándote en su regazo. Dejaste tu copa en la mesa de estar y observaste al hombre que tenías delante. Te sentías insegura y algo confundida, las conversaciones con tus amigos inundaron tu cabeza y te sentiste utilizada por un momento.
Aún así, ese pensamiento no tardó en esfumarse cuando sentiste las palmas del mayor extenderse sobre tus caderas y los dedos clavarse en la suavidad de tu culo. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios mientras te miraba fijamente, con las cejas ligeramente arqueadas por la curiosidad. Sonreíste como respuesta, pero aún necesitabas saber con seguridad para poder callar esos pensamientos para siempre.
No estabas arrepentida de estar algo borracha, ya que aquel vino hizo efecto muy rápido. Pero debido al alcohol no tuviste la oportunidad de juntar las palabras correctas. A cambio de eso, te inclinaste y presionaste tus labios contra los suyos. Muto te devolvió el beso; perfecto desde el principio. Tu cuerpo se derritió con el suyo, tus brazos rodeaban sus hombros mientras él recorría tus costados, bajando por tus muslos para apretar de vez en cuando. Su lengua se deslizaba por tus labios sin resistencia, dominando fácilmente tu boca. Tus pensamientos anteriores se volvieron nublados por la sensación celestial que Muto te hacía sentir.
