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❝ you don't have to say you love me, you don't have to say nothing ❞ ──── ָ֢ ֹ ★
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Se despierta encontrando a Haknyeon dejando pequeños besos en su vientre, recostado cómodamente sobre su torso mientras se recupera de aquel profundo sueño.
Lo único que puede distinguir son los brazos y torso desnudo sobre ella, quien la enredaba en un abrazo tenía su espalda algo sudada. Su respiración acariciando su piel la hacen temblar.
El ventilador estaba soplando ligeramente, refrescando sólo un poco sus cuerpos.
A Haknyeon no le molestaba para nada. Ahora se encontraba repartiendo besos por su cuello, besando también las marcas que le había hecho unas horas antes.
ーTienes el bigote sudado.ー Bromea escondiendo su rostro en el hueco de su hombro y cuello.
Ella golpea su brazo ante aquella tonta oración.
Sus labios siguen haciendo contacto con su piel, disfrutando de su cercanía y calidez, olfateando su dulce aroma corporal.
Deja un pequeño beso sobre la pequeña cicatriz que tenía cerca de su hombro, provocada no tanto por una historia de victoria sino por una mala caída en el baño.
Haknyeon contuvo la risa la primera vez que le habló sobre aquella cicatriz, pero lo animó a reír de todos modos, recordando aquel momento de cuando eran unos jóvenes amigos.
ーLo sientoー Se disculpa, con sus dedos acariciando aquella marca.
Sus besos se detiene como un soplo de aire fresco, el pulgar rozando suavemente la piel desigual la hace suspirar sin poder creer que Ju Haknyeon sea suyo.
ーUno más.ー Murmura acercándose a la comisura de sus labios, dónde también yacía la marca de un corte producto de la torpeza de sus manos.
Aquel era el favorito de Haknyeon, aún que no se lo haya dicho antes.
Pero jamás se cansaría de demostrar lo mucho que adoraba cada pequeño detalle de su novia, incluso aquellas diminutas cicatrices que tanto amaba y que ella había llegado a odiar por muchos años.
No tiene tiempo para jadear antes de que los labios del rubio capturen los suyos suavemente, tragando sus sonidos de sorpresa mientras eleva sus brazos para envolver su cuello.
Sus bocas están enredadas en aquel baile que manejan tan fácilmente, pero que a través de él puede ver su nerviosismo debido a lo mucho que estaba temblando.
A pesar de sus escapadas entre las practicas de baile y sus besos robados fuera de la cámara de reuniones de su trabajo, nada hace que su corazón palpite más que sólo... todo de Haknyeon.
Desde sus suaves cabellos rozando su mejilla, hasta sus grandes y tiernas manos sosteniendola debajo de la tela de su camisa, sus suaves ojos suplicantes que se habrían cada vez que lo asustaba o lo sorprendía, y ahora sus gruesos labios sobre los suyos.
Con voz tímida, plantea una pregunta. ー¿Estuvo bien?
Está segura de que su sonrisa no puede crecer más, pero le responde dejando otro beso que deja a su corazón palpitando tanto que tiene que respirar profundamente.
Otro momento de una increíble reflexión sobre cómo Ju Haknyeon llegó a ser suyo, mientras él se preguntaba exactamente lo mismo.
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