Capitulo 2.

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Esto es en serio o me estas jodiendo — Dijo Nyoko viendo a su demonio amigo — Si en pocas palabras — Dijo Inkuredi limándose las uñas con quien sabe que.

habían pasado al rededor de 7 meses dese que Nyoko dejó las praderas, ahora mismo estaba intentando dominar los ataques Demoníacos con su espada.

En adición a eso, Inkuredi le recomendó llevar una segunda espada, en este caso Nyoko decidió llevar una Chokuto, sin embargo, no se quedó así. Nyoko decidió llevar una tercer arma, en este caso llevó una Nodachi, algo muy extraño ya que su estilo se basaba en la velocidad y no en la fuerza.

— ¿Que haces? — pregunto la demonio al ver a la mujer lanzar al aire la Chokuto con la que habia reemplazado su Katana.

— Nada Realmente, solo probaba algo — ¿Se puede saber que cosa? — Veras, estaba pensando en usar el espíritu del demonio de tinta para volver mis armas tinta y materializaras cuando quisiera —

Inkuredi se sorprendió — Bastante inteligente la verdad, aunque gastarás bastante energía — Por eso es que quería que me ayudaras con entrenamiento para aumentar mis reservas de energía espiritual —

la Ronnin se levantó, luego se estiró un poco, vio su brazo, esa venda solo le recordaba el poder que tenia ahora y que no debía desperdiciarlo a lo idiota.

— Oye, crees que tus padres estén preocupados — Pregunto la demonio comiendo unas bolitas de queso que Dios sabe de donde las habia sacado. 

Nyoko solamente suspiró de enojo — Mi madre me odia, mis hermanos también son unos idiotas conmigo y mi padre nunca tiene tiempo de nada, dudo que este preocupados y si lo están, por qué no se han molestado en buscarme —

— Ese es un buen punto — Respondió la demonio — Sabes, me aburro de que hayamos estado 7 meses en las montañas como unas idiotas, porqué no vamos a un pueblo y buscamos pelea —

Nyoko sonrio, podría ser una buena oportunidad para poner aprueba sus nuevas adquisiciones en cuanto a fuerza y poderes.

— Entonces vamos — Dijo Nyoko tomando su Chokuto y envainandola, si la observabas desde lejos notarias, una especie de rama en su espalda aparte de su figura de reloj de arena perfecto.

— Sabes también podrías aprovechar a comprarte algo mas, ese Kimono esta bastante roto desde que caíste en ese cañón —

Nyoko asintió viendo su vestimenta — Y tendría que ser mas grande, este muestra demasiado mi pecho y sabes como detesto que me vean de forma pervertida —

Inkuredi comenzó a reir — No te quejaste cuando yo te veia — Nyoko la vio cansada — Eres idiota o que.

Numero uno, ambas somos mujeres y la verdad entre chicas es normal que nos observemos, Numero dos, estas siempre conmigo por lo que es imposible que no me veas, Numero Tres, no puedo bañarme con ropa y tampoco puedo cubrirme si no tengo mas ropa mientras la prenda que uso todo el tiempo esta rota y mis otros atuendo fueron destruidos por una espada de hielo —

— Esos son buenos puntos — respondió la demonio — Sabes, en lugar de comprarte algo que muestre demasiado como tu dices, podrías comprarte algo lo suficientemente corto para que se pegue a tus curvas, te servirá contra oponentes masculinos —

Nyoko sonrió — Es la primera vez que no dices una estupidez en lo que llevamos caminando — El que me guste reírme de la vida no quiere decir que diga puras estupideces — respondió la demonio.

— Lo que digas — Dijo Nyoko mientras seguía caminando por uno senderos que conducían a las montañas donde Nyoko estuvo entrenando por 7 meses.

Un Redux Por ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora