𝐈𝐦𝐚𝐠𝐢𝐧𝐞𝐬 ━━ 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦

𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄

Advertencias: Exhibicionismo ligero/en público

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Tú y Draco llevan saliendo el último año y se han convertido en la pareja más poderosa del colegio. Los dos son muy imprevisibles y tienen ganas de provocar el caos constantemente.

Por eso funcionan tan bien juntos.

Si pueden aprovechar cualquier oportunidad para meterse en líos o hacer enojar a la gente lo aprovechan sin rechistar.

De hecho, ya se han pasado la última semana en los castigos por irrumpir en el despacho de Filch y grabar "squib" en su mesa, antes de follar encima de ella por si acaso y transfigurar a la señora Norris en una pastilla de jabón.

De vuelta a tu dormitorio con Draco le preguntas —¿cómo volvemos a los profesores esta vez?

—No lo sé, pero tenemos que hacer algo escandaloso, lo mejor que hayamos hecho hasta ahora. —responde endiabladamente mientras te sube a su regazo y te rodea la cintura con sus brazos.

Te pasas los dedos por su pelo mientras te devanas los sesos pensando en cómo podrían montar un truco que sorprendiera a todo el mundo.

—Hmmm, ¿qué tal si... ¿Irrumpir en la cocina y poner un montón de sal en toda la comida? —sugieres.

—No, eso es como un nivel cinco. Necesitamos un nivel diez, necesitamos algo que casi haga que nos expulsen. —Draco sonríe, frotando sus manos sobre tu cuerpo y apretando tu trasero. Rara vez eran capaces de mantener las manos alejadas el uno del otro.

Draco se inclina hacia delante para intentar desabrocharte los botones de la blusa con los dientes pero tú le empujas la cabeza hacia atrás con tu varita por debajo de la barbilla.

—Tengo una idea, —le susurras al oído. —Partido de quidditch Gryffindor - Hufflepuff más tarde.

—¿Qué pasa con eso? —pregunta en tono curioso, sabiendo exactamente lo retorcida que puedes ser cuando quieres.

—Sólo reúnete conmigo en el nivel inferior de la torre, todos los demás estarán arriba viendo el partido pero quiero estar donde los profesores puedan ver directamente desde su nivel.

—¿Ah sí? ¿Por qué? —te sonríe, de nuevo frotando sus manos sobre ti con entusiasmo.

—Sólo tienes que estar ahí. —susurras, acercándote a su boca de forma seductora, pasando ligeramente tu lengua por sus labios fruncidos. Y mientras te deslizas fuera de su regazo, no puedes dejar de admirar tu propio plan que acabas de calcular en tu mente.

Esto segura que va a superar los límites. Draco se da la vuelta para marcharse, observando tu cuerpo una vez más antes de salir mientras te levantas la camiseta por encima de la cabeza para ponerte otra limpia. Le diriges una sonrisa más mientras él cierra la puerta tras de sí.

Una vez que llega la hora, subes los escalones hasta el nivel inferior de la torre, que está vacío, pero perfectamente alineado con la cabina de los profesores de la torre de enfrente.

Tomas asiento en el respaldo de uno de los bancos, de modo que quedas por encima de la línea del balcón, a la vista de todos. Sacas un paquete de cigarrillos robados de tu sujetador y te colocas uno entre los dientes, usando tu varita para encender la punta. Draco llega, apoyado en una de las vigas a pocos pasos de ti. —Entonces, ¿cuál es el plan, cariño? —sonríe mientras se pasa el pulgar por el labio inferior.

Das una calada al cigarrillo y dejas que el humo salga lentamente de tu boca antes de arrojarlo despreocupadamente al campo.

Y lentamente, abres las piernas revelando que debajo de la falda no llevas ropa interior. Draco se queda con la boca abierta al ver tu bonito y desnudo coño invitándole a entrar.