C A P Í T U L O 1

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3 años después

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3 años después

2050

Moscú, Rusia

VIERA

—Creo que sería mejor si me pidieras que quieres que haga con exactitud —rompo el hielo hablándole a mi padre quien revisa unos documentos—. No comprendo qué quieres decir con que las cosas cambiaron. 

—Viera, por favor no nos hagas tener la conversación de hace rato —pide exhausto. 

—Sé que son cosas que no me incumben, solo no quiero echar a perder lo que sea que estés planeando —retira la vista de los documentos mirándome con la ceja arqueada— no soy tonta. Sé que planeas algo… Esta junta no estaba ni siquiera planeada. Y te vi hablando muy cómodamente con el señor Hassan. 

—Se que no eres tonta, no esperaba menos… eres mi hija —he ahí está de nuevo, atribuyéndose cosas ajenas— por ahora no necesitas saber nada, Viera. Solo tienes que hacerme caso. 

—Quieres que tome el cargo en un futuro pero no me cuentas las cosas, o no en su totalidad. Me dejas a ciegas. Pareciera que te gusta verme fallar —reprocho—. ¿Cómo esperas que en un futuro sea como tú si no me ayudas? 

—¿Y cuando muera? ¿Me hablaras por la ouija o contactaras a unas de esas charlatanas de televisión? —responde— ser el boss no es fácil, menos para ti que eres una mujer. ¿Crees que te respetarán solo por ser mi hija? Encontrarán cualquier cosa para revelar que no eres nada como yo. Te querrán quitar del puesto a como dé lugar. Y yo no estaré ahí para impedirlo. No quiero abrirte el camino, Viera… quiero que los derrumbes a todos para tomar lo que te pertenece. 

—Pero aún estás aquí. Y trato de ser lo mejor por ti, por la mafia… Pero me cierras todas las puertas —repito— no me dejas saber más, no me dejas conocer todo.

—No estás lista —contesta seco, hojea nuevamente los documentos que tiene en mano— no después del teatrito de hace unos años.

—¡Tú me llevaste al borde! ¡Fue tu culpa! —alzó la voz— Nada de eso hubiera pasado si hubieras sido honesto y te hubieras abierto conmigo. Si me hubieras contado la verdad.

—¡La verdad y la honestidad es lo que llevó a tu madre a la muerte! —grita.

—No dudo un segundo en que también hayas sido culpable de eso. Arruinaste a mamá así como me estas arruinando a mi —las palabras salen como vómito verbal y me arrepiento inmediatamente— Papá, lo siento… —trato de acercarme pero sale del coche. Ni siquiera me di cuenta de que habíamos llegado.

Russian Roulette  | 1.0 - Mundo CriminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora