LEO

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~Una semana después~

Realmente había sido una semana muy buena, las personas que Luke había prometido presentarme les había agradado el precio de cada artículo, por poco y me compraban toda la tienda y lo mejor fue que habíamos cerrado un trato yo sería uno de sus principales proveedores.

Con el primer pago que nos habían hecho, Tay y yo decidimos liquidar lo que nos quedaba de la deuda y en el segundo pedido o las ventas que se generaran al fin podríamos ver ganancias. Luke me comentó que me presentaría a más personas y yo no pude estar más que agradecido con toda la ayuda que me estaba brindando.

Hoy venía con mi madre a probarnos los atuendos que Mali y mi mamá habían seleccionado para la gala, mamá casi saltaba del segundo piso cuando le dije que la casa al fin la habíamos liberado y quitándole ese estrés toda la semana había paseado con Mali buscando el traje y el vestido perfecto, según ellas lo habían encontrado.

-Por aquí caballero y acompáñeme señorita- Los dos asentimos, yo seguí el camino indicado, me pasaron el traje y me dijeron que en cuanto terminara de cambiarme saliera para que el sastre hiciera las correcciones adecuadas.

Termine de cambiarme y salí a una plataforma en donde tenía frente a mi al menos unos cinco espejos largos.

-Permítame, voy por más alfileres- Asentí mientras veía los cambios que estaban marcando.

-Que lindo trasero- Sonreí ante la voz, que se escuchó en la sala.

-Muchas gracias, pero ya tiene dueño- Gire encontrándome con sus preciosos ojos cafés, grandes y en dónde podía literalmente nadar en ellos.

-Oh, es una lástima…yo podría satisfacerlo muy bien- Se acercó hasta la plataforma y logrando que me agachara un poco para así solo rozar mis labios.

-¿Qué haces aquí dulzura?- Pregunté atrayéndolo más a mi y como sabía que estábamos solos aproveche tomando una de sus nalgas dándole un fuerte apretón, robándole una sonrisa que al menos podría darme mil años.

-Mamá quiere estar en todo el proceso y fui el primer hijo en llegar del trabajo- Al fin lo bese haciendo más duro mi agarre en su nalga, trague un gemido que ocasione de su boca. Lo seguí besando hasta que escuchamos a alguien toser un poco.

-Lo siento, es que…necesito seguir y bienvenido señor Phunsawat- Gun sonrió dejándome un último pequeño beso y se retiró dejando que el hombre en cuestión terminara su trabajo -Terminado, puede cambiarse, solo tenga cuidado- Asentí y con un último guiñó a Gun me metí al probador, poniéndome al fin mi ropa. Salí después de unos tres minutos y entregué el traje al señor.

-¿En qué nos quedamos?- Me acerqué a abrazarlo por detrás al verlo checando unos trajes.

-O pues tú mano estaba en un lugar que me gusta mucho- Sonreí aún más -¿Te gusta?- Me enseñó un traje color rosa pastel, lo imaginé en él e inmediatamente asentí -Me lo llevaré entonces- Rápidamente el señor anterior asintió mientras se llevaba el traje a caja.

-Listo, chicos- Nuestras madres se reunieron rápidamente con nosotros, me separé de Gun para poder saludar a su madre.

Gun pago el traje antes seleccionado y después salimos de ahí, era una pena no poder ir con él pero mamá necesitaba hacer ciertas cosas y me había pedido acompañarla, así que sin más nos tocó despedirnos. Aunque me moría por un beso, sabía que Gun era reservado con nuestras muestras cariño frente a nuestras madres así que solo suspiré y dejé un muy ligero beso en su boca.

~Día de la gala~

El tiempo si que volaba, apenas hace unas semana me estaba midiendo este traje elegante y hoy era el día. No iba a mentir, me aterraba la idea de las cámaras, del que pensaran cuando vean a un importante chico de negocios acompañado de un hombre, podía ver los nervios de mi mamá durante todo el día.

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