-Tae hace c-cosquillas -se quejó Jungkook entré pequeñas risas, el mencionado estaba pasando su nariz por el cuello del menor desde hace varios minutos-
-Hueles diferente -dijo Kim sin dejar de olfatear el cuello del contrario, aquel aroma era más adictivo que cualquier droga, todo el hogar olía a cerezas con miel-
-¿Tomaste algún perfume? - preguntó el rubio a lo que el contrario negó con la cabeza-
-Los perfumes que usas irritan mi piel -respondió el conejo dejando caricias en la cabellera del mayor-
Taehyung levantó su vista, encontrándose con el rostro del chico, sus brotes seguían pero algunos ya habían bajado además de los ánimos volvieron al conejo después de unas horas.
Se detuvo a admirar las facciones faciales del menor, piel pálida que hacía contraste con su cabellera castaña pero a la vez combinaba con sus orejas blancas. Pequeñas manchas pequeñas que pintaban su cara, su favorita estaba debajo de los labios del híbrido.
Sus labios gorditos pero no tanto, naturalmente rojizos y con un brillo peculiar. Sin pensarlo mucho llevo sus belfos al pequeño lunar que estaba abajo de los labios contrarios, dejando un castaño beso logrando ver como las mejillas de su novio se pintaban de rojo.
Espera. ¿Novio?
Ahora que lo pensaba mejor, nunca le había preguntado al conejito si quería ser su novio. El trato era como el de una pareja pero no fue oficial.
-¿En qué piensas? -preguntó el de grandes orejas viendo al rubio ya que se había quedado en sus pensamientos varios minutos-
-En nada...
-Mnh -Jungkook no muy convencido llevó su mano a la rebelde cabellera del mayor y empujó con cuidado la cabeza del mismo para que termine en su pecho-. Es mejor así.
Taehyung asintió pasando su brazo libre por la cintura del chico, inhalando de nuevo su embriagante aroma, relajandose al instante.
Debería hablar con sus amigos del tema pero por lo mientras estaría en los brazos del castaño, disfrutando las caricias que dejaba el mismo en su nuca.
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-Así que, ¿no son novios? -preguntó Namjoon desde la otra línea escuchando el sonido de aprobación por parte del rubio-
Después de una larga sesión de mimos con el conejo, Kim se dispuso a hablar con sus amigos mientras que el menor se daba una ducha, sabiendo que podía durar horas ahí dentro.
-¿En serio nunca le pediste ser su novio? -la voz de Min sonó desde el otro lado con tono burlesco-
-Pues no, no se me ocurrió -respondió jugando con sus dedos entre sí, sintiendose estúpido-