Único

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Advertencia antes de leer: este es un one-shot, es decir un solo capitulo.

Posibles faltas de ortografía.

—cuando las frases estén así, significa que fueron rayadas o tachadas (para evitar que sean vistas)

Ahora si, disfruten de la lectura.

▪️▪️▪️

Aún recuerdo el día que te conocí.

Teníamos 17 años, te miraba a lo lejos ondear esos suaves rulos verdes despeinados por culpa del aire, todos los días pasabas a la misma hora por ese local de cómics al que yo iba de niño, aunque, aquel día te mire en un día lluvioso, un horrible y asqueroso día por supuesto.

Llorabas en silencio, como si las flores que tenías en tus manos estuvieran completamente arruinadas y no pudieras hacer nada al respecto por arreglarlas, parece ser que te habían rechazado y estabas muy triste, quise acercarme, pero el miedo no me lo permitió, ¿Él gran Katsuki Bakugo con miedo? ¡Estupideces!... Bueno, más o menos.

En fin, continuemos.

A tu lado cara redonda— quiero decir, Uraraka, sostenía tu mano en apoyo para ti, sobaba tu hombro suavemente y te dedicaba palabras de aliento. Tú asentías suavemente, aveces negabas moviendo la cabeza de un lado a otro, luego, te veias molesto por algo. Que cambio tan rápido de actitud, fue lo que pensé en ese momento, caminaste a un cesto de basura y tiraste las flores, Uraraka sonrió feliz.

Luego, sin mirar a un lado te marchaste.

Unos días después de aquel, Kirishima me "rogó" por ir a un local de comida rápida, —por no decir que me arrastró a la fuerza"—  no tuve de otra mas que ir con él. Kaminari se unió a nosotros, ¿te puedo decir algo? Ese día te mirabas especialmente bello, intentaste peinarte el cabello, pude notarlo por que lo tenias esponjado.

Vestias el uniforme del local, un pantalón negro y camisa blanca, ¡Ah! Y aquel feo delantal color vino.

Te acercaste a nosotros y yo intente mirar el menú, trate de esconder mi rostro, ¡Juro que trate!, tomaste la orden de mis amigos, pero cuando volteaste a mirarme no supe que decir, las palabras no salían de mis labios, Kirishima tuvo que intervenir y pedir mi orden por mi, solte un suspiro de alivio y decepción cuando vi que te alejabas de nuestra mesa, los chicos se rieron de mi por minutos, esperaba verte de nuevo al entregar nuestra orden, pero en su lugar una muchacha de cabellos rubios la dejó por ti, junto a su número de celular, me guiño un ojo, sinceramente no me interesaba.

Mis ojos solo eran para ti.

Antes de terminar nuestra comida saliste rápido de tu puesto de trabajo, te quitaste el delantal y saliste corriendo, te veías preocupado, aveces tengo ganas de poder leer tus pensamientos y saber que te sucede, tal vez así podría armarme de valor para poder ayudarte.

Me despedí de los chicos, ellos se fueron juntos, yo solo con mi compañía camine en dirección contraria, no pude evitar mirar hacia tu casa dos cuadras antes de la mía, tan colorida como tu mismo, de colores suaves, más pasteles que nada, una bonita jardinera decoraba la entrada, algún día me gustaría tocar esa puerta para pedirte una cita, —¡DE AMIGOS PRIMERO, NO, MEJOR DE ALGO MÁS—  ¡IGNORA ESOS TACHONES!

Hee, sí, como decía, maldita sea, estoy muy nervioso.

... No volví a verte el fin de semana, ni la semana siguiente a esa, ni el mes seguíente, ni el año siguiente, sentarme en esa banca afuera del local de cómics ya no tenía sentido, una pequeña parte de mi se sentía vacía, nadie lo notaba, solo yo sabía como me sentía, pero debía continuar con la rutina que se creó cuando no pude ver más tus ojos verdes.

Our youth daysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora