𝔻𝕚𝕒 𝟙𝟡: 𝕆𝕥𝕠ñ𝕠

65 8 0
                                    

𝚂𝚞 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚌𝚒ó𝚗 𝚏𝚊𝚟𝚘𝚛𝚒𝚝𝚊


El molesto sonido de la alarma interrumpió el sueño de director del FBI, haciéndolo gruñir molesto mientras estiraba su mano para apagar aquel condenado ruido que retumbaba en sus orejas.
Se sentó en el borde de su cama, refregando sus ojos para intentar despertarse. Caminó hasta su baño para hacer sus necesidades matutinas y luego se acercó al lavabo para mojarse la cara, quitando a medias cualquier rastro de sueño que haya quedado.

Bajó las escaleras al primer piso, viendo por la ventana mientras avanzaba. Las hojas de colores cálidos caían de los árboles, llenando el patio de su casa con ellas y dibujando una pequeña sonrisa en su rostro.
Giró su cabeza al oír el ruido de la cafetera, viendo como Volkov ya se encontraba despierto y preparando el desayuno para ambos.

Viktor notó la presencia del moreno sólo recién cuando este se sentó en la mesa, aún cabeceando por el sueño que tenía.

—¿A qué hora has llegado a casa anoche? -
— Preguntó el ruso, dejando una taza color rojo llena de café enfrente del más joven.

—No lo sé... ¿A las 4... 5? — Le dió un sorbo a aquel oscuro líquido.

—Horacio... Ya hemos hablado de esto... — Su voz era calma pero su preocupación por la salud del joven era genuina.

—Pero estoy tan cerca Volkov... Un par de cosas más, sabré donde esta Carlo y por fin sabré que le ocurrió a Gustabo.

—Horacio... — Estaba nervioso, lo que quería decir no es un tema fácil de abarcar pero no podía dejar que el moreno siga creándose falsas esperanzas. —Has... Pensado en la posibilidad de que... Tal vez eh... Gustabo este m- — No pudo terminar su frase cuando el chico de cresta lo interrumpió.

—No lo digas... — Dijo secamente. —Esa palabra y sus sinónimos no son bienvenidos en esta casa. — Su voz sonaba seria y enojada. Le molestaba que Volkov pensara en aquello... Y no es que no lo había pensado, simplemente no quería creerlo. —Y hasta que no lo vea con mis propios ojos, esa posibilidad simplemente no es una opción válida, ¿Vale? Bien — Se terminó lo que quedaba de su café.

—Al... Al menos... — Ahora se le escuchaba arrepentido, temiendo que el moreno se haya molestado con él. —Ven más temprano a casa... ¿Si? Dormir lo poco que estas durmiendo puede hacerle mal a tu salud...

—¿Qué pasa, ruso? ¿Te preocupas por mi? — Se deshizo totalmente de la actitud seria que tuvo hace unos segundos atrás, dándose cuenta que fue demasiado duro con el peligris cuando nada de eso era su culpa e intentó calmar las aguas con un tono más juguetón.

Viktor tragó un poco de saliva y desvío la mirada mientras sus mejillas se tenían levemente de rosa. —C-claro que me preocupo por ti... — Dijo en un susurro que a duras penas llegó a los oídos de Horacio.

El moreno sonrió enternecido y se acercó para abrazarlo cariñosamente. El ojigris se tensó ante tal repentina muestra de cariño, tardando unos segundos en corresponder aquel toque.

—Gracias por preocuparte... — Dijo bajito. —Prometo... Prometo que volveré más temprano...

—¿Y descansarás las ocho horas recomendadas?

—Ocho... Cinco...

—Horacio...

—Venga, que cinco es mejor que dormir solo dos... Ya con el tiempo dormiré las ocho horas, pero ahora solo puedo ofrecerte cinco, pasitos de hormiga...

—Seis y es un trato...

Horacio se lo pensó pero luego aceptó. —Vale, seis... Y me haces los desayunos todas las mañanas. — Se separó para verlo, sonriendo.

Volkacio Spooky Month [One-Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora