49 :: Vete

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Jeno llevaba toda la mañana llorando. Al medio día alguien llegó a golpear a la puerta de su apartamento y trataba de ignorar el ruido pero era muy insistente.

Así que después de un rato Jeno se paró de la cama para abrir la puerta. Ni siquiera se tomó la molestia de sacar sus lágrimas de su rostro o arreglar su cabello.

— Es lo que creía. Llevo toda la mañana llamándote, Jeno... pensé que te estarías estando mal. — Dijo Donghyuck.

— Solo vete Donghyuck. Quiero estar solo. — Dijo Jeno y luego volvió a acostarse en su cama.

— Ay vamos, es 14 de febrero del 2007. — Dijo Hyuck entrando al apartamento de Lee. — ¡O sea es día de San Valentín! Hoy no puedes quedarte encerrado en la melancolía.

— Claro que puedo, mírame. — Dijo Lee escondiendo la cara en su almohada.

— No es gracioso Jeno, ¡anímate! Salgamos a almorzar.

— Ya te dije que no quiero Donghyuck. Simplemente deberías irte.

— No te dejaré aquí llorando solo. Vayamos a algún lado. ¿Qué quieres hacer?

— No lo sé. Solo... llorar.

— Ay Jeno ese no es un lindo plan. ¿Qué hiciste el día de San Valentín del año pasado?

— Trabajar, salir a charlar con mi madre, ver un accidente de tránsito frente a mis ojos, dejar morir a un chico, volver al apartamento y luego en la noche ver fotos de mi ex en el álbum.

— Yo-... lamento mencionar el tema, Jeno.

— Gracias por hacerme recordar que yo mismo dejé morir al amor de mi vida, estaba tratando de no pensar en ello.

— No era mi intención- solo intento ayudar, perdóname.

— Pues no estás ayudando Donghyuck. En verdad te pido que te vayas.

— Ya te dije que no me iré. — Dijo Hyuck sentándose en la cama al lado de Jeno.

— ¿No saldrás con tu novio hoy? Anda, los afortunados deben pasar tiempo juntos en San Valentín.

— Saldré con Mark en la noche. Así que tengo toda la tarde para intentar hacer tu día menos miserable.

— Pues no lo lograrás. A menos de que tengas una máquina del tiempo... eso sería fenomenal.

— Lastimosamente no, Jeno. — Respondió Donghyuck bajando la mirada.

— ¡Entonces vete, Hyuck! Déjame llorar en paz.

Aunque Jeno insistió demasiado, Donghyuck no se fue del apartamento. Preparó el almuerzo allí y hasta hizo unos brownies para el postre.

— Ni siquiera has probado la carne Jeno. Come un poco ¿sí?

— No tengo hambre. — Dijo Lee revolviendo su plato sin comer nada.

— Si quieres morir deshidratado por llorar todo el tiempo está bien, pero no dejaré que mueras de hambre.

Finalmente Jeno almorzó y en la tarde vieron una película en la sala de su apartamento. A las 6pm Donghyuck al fin se fue como Lee quería.

Daegal había dormido prácticamente todo el día, en la noche despertó pero aún parecía tener sueño... o quizás también estaba deprimido.

— Tu también extrañas a Nana, ¿verdad Daegal? — Su perrito ladró. — ... Al menos tú y yo nos hacemos compañía.

El resto de noche Jeno lloró al lado de su perrito. Intentar pensar en otra cosa era inútil. Ojalá este día del calendario no existiera.

a través del tiempo | nomin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora