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50 :: Pizza

Renjun se graduó de la universidad como arquitecto a finales del 2004. En Abril de 2005 se publicó el libro autobiográfico que Lee Soo Man había escrito antes de morir...

En ese libro menciona mucho a sus dos hijos, así que la fama de Soo Man pasó a Jaemin y a Renjun. De la nada sus nombres era importantes en el mundo de la arquitectura.

Gracias a la insistencia de Renjun, en mayo Jaemin aceptó fundar « R&J Architects », por fin su propia firma de arquitectura. Compraron una linda oficina blanca en el centro de Jeonju.

Jaemin y Renjun eran diseñadores y sabían que ambos eran un caso en todos los temas de administración, así que nombraron como Director Ejecutivo (CEO) a Rosé, la novia de Renjun.

Ellos se encargaban de diseñar los proyectos y Rosé de dirigir la empresa. No habían comenzado a construir nada aún, lo único que tenían eran los planos de unos lindos condominios...

Y las personas comenzaron a comprarlos sabiendo que todavía no habían sido construidos. Na Jaemin y Na Renjun ahora eran arquitectos de renombre así que tenían la confianza del público.

En junio, después de solo un mes de iniciar la empresa, ya habían vendido la mitad de los condominios. Era sorprendente, nunca pensaron que les iría así de bien tan rápidamente.

Los condominios tenían un diseño limpio al estilo de Renjun y un aire rústico al estilo de Jaemin. Ambos estaban de acuerdo en que debían sentirse como un hogar cálido y los compradores lo veían.

Era una tarde de sábado a finales de junio del 2005, Jaemin estaba en el estudio de su casa haciendo un dibujo de acuarela cuando escuchó el timbre. Fue a abrir la puerta.

— ¿Renjun? ¿Rosé? ¿Qué hacen aquí? — Preguntó Jaemin confundido.

— Ayer nos invitaste a cenar hermanito, ¿recuerdas? — Dijo Renjun en broma.

— Claro que no lo hice, ustedes se auto-invitaron pero les dije que no vinieran.

— Ay vamos Jaemin, trajimos pizza. — Dijo Rosé levantando la caja que traía en sus manos.

— Ayer vendimos el último condominio de la Torre 2, ¡eso hay que celebrarlo! — Dijo Renjun con emoción.

— Pues... está bien, pasen. — Jaemin los dejó entrar pero luego volvió a su estudio para seguir en lo que estaba.

El dibujo que estaba haciendo era la casa del lago, vista desde el frente, pero con algunos cambios... la terraza que quería hacerle, las escaleras... todo se veía hermoso.

— Pensé que te mudaste de ahí porque ya estabas cansado de esa casa. — Dijo Rosé entrando al estudio y viendo su dibujo.

— El problema es que desde que se mudó de la casa del lago ahora extraña todavía más a su ex. — Explicó Renjun también entrando al estudio.

— Siendo sincero nunca he dejado de extrañar a NoNo. — Afirmó Jaemin con tristeza.

— ¿Pero él no vive ahora en la casa del lago? ¿No podías ir a verlo? — Preguntó Rosé.

— No debo hacerlo. — Respondió Jaemin. — 1: Él aún no me conoce... lo hará hasta 2006, 2: No puedo interferir con su pasado y 3: Él me alejó de su vida... de seguro tenia alguna razón.

— Deberías estar feliz de lo que pasó, hermanito.

— Ja. Si claro. ¿Quieres que esté feliz de que la única persona que aún amo nunca me quiso lo suficiente o quizás encontró a alguien más?

— No me refiero al final, me refiero a que... se enamoraron, se conocieron, se besaron... se amaron. ¿No te parece algo realmente hermoso?

— Lo es. Quizás debería conformarme con lo que pasó. — Jaemin paró de dibujar y bajó la mirada. — Pero... pero no puedo, Injun. — Dijo con la voz rota.

— Ven y comamos pizza, Jaemin. — Interrumpió Rosé. — Llevas todo el año extrañando a Jeno... solo deja de pensar en él por hoy. ¿Sí?

— La verdad... no pasa un solo minuto del día sin que pueda sacar a Jeno en mi mente. Es inútil. — Parecía que Jaemin iba a llorar, pero finalmente aceptó a salir del estudio y se sentaron en el comedor.

— Cambiando el tema... — Dijo Renjun repartiendo la pizza. — Hay algo que queremos contarte. — Miró a Rosé al decir eso último.

— Así es. — Dijo Rosé sonriente asintiendo con la cabeza. Luego levantó el dorso de su mano izquierda, mostrándole a Jaemin el anillo.

— ¡Estamos comprometidos! — Dijo Renjun con una sonrisa. Rosé rió con ternura.

— Wow, yo-... me alegra mucho por ustedes. — Respondió Jaemin con una sonrisa triste.