Capítulo 4

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Para Joey habían pasado treinta años. Treinta años. Nunca pudo rehacer su vida. Sí, había tenido una esposa pero se había divorciado de ella tal y como Gadel le dijo. Estaba en su habitación de hotel en Barcelona con la banda, esperando alguna que otra señal de Gadel, quien aún no venía.

— ¿De verdad crees que ese tío vendrá? — preguntó Norum.

— No lo creo. Lo sé — aseguró Joey.

Joey y los chicos esperaban con impaciencia la llegada de Gadel.

Lamento la tardanza.

— Me cago en... — todos se asustaron.

— Ahora entiendo cada vez que Jane se asustaba cuando llegabas — asintió Joey.

Prometí que nos veríamos en treinta años y aquí estoy. Bien empecemos a trabajar.

— ¿Cómo está ella? — quiso preguntar Joey.

¿La verdad? Hecha polvo. No lo supera. A ver tiene lógica. Para vosotros han sido una espera de treinta años pero para ellas solo han pasado cinco horas.

— ¿Cómo vamos a contactar con ella? No creo que le agrade vernos por aquí — comentó Mic.

De eso me encargaré yo. La traeré hasta aquí para que tú y ella podáis hablar con mucha tranquilidad.

— Bien. ¿Cuándo empezamos? — sonrió Ian.

...

Jane se encontraba en su habitación. Tan solo habían pasado cinco horas que había vuelto a su tiempo y ya le parecía una eternidad. De su bolsillo, sacó la tira de fotos que se había tomado con Joey y empezó a llorar.

— Espero que algún día puedas perdonarme... — sollozó.

Por primera vez, Gadel llamó con unos golpecitos a la puerta de su dormitorio. Ella se limpió las lágrimas a pesar de tener sus ojos rojos y murmuró un simple adelante.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó ella al ver a Gadel.

Necesito hablar contigo.

— Si has venido para convencerme de que vuelva al 1987 estás perdiendo todo el tiempo — ella se cruzó de brazos.

No he vendido a convencerte. Sólo quiero que hablemos de lo que te ocurre, pero aquí no.

— No entiendo. ¿Qué quieres? No tenemos nada de lo que hablar — se quejó ella.

Puede que tú lo pienses así. Pero vamos. Mírate. Estás destrozada. Necesitas hablar y desahogarte.

A regañadientes, Jane aceptó la propuesta de Gadel y salieron de la casa para caminar hasta el hotel donde se encontraban los chicos.

— Me parece increíble que te estés hospedando en un hotel — le dijo Jane.

Bien aquí es. Ya hemos llegado.

Gadel le abrió la puerta y ambos caminaron hasta el comedor. Jane vio que se trataba de la banda y de pronto Joey se giró quedando enfrente de ella.

— Esto no puede ser. Esto no debería estar pasando — Jane empezó a alterarse.

— Dejaremos que habléis — los chicos se fueron.

Bien. Yo he cumplido mi promesa ahora os toca a vosotros.

Gadel se fue de la habitación dejando a los dos solos. Jane estaba muy nerviosa y empezó a temblar.

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