En cuanto los formamos en el comedor, Emma fue director al grano.
--¿Y qué pasa con el chico nuevo? --me preguntó.
Me encogí de hombros.
--No sé. No está mal.
Ella examinó una porción de pizza.
--Lleva el pelo algo largo
--Es de Londres -- señale
--¿Y qué más sabes de él?
Renunció a la pizza y escogió un sándwich de pollo y una ensalada. La imité.
Estaba profundamente agradecida de tener una amiga tan femenina como Emma. Mi papá, por más que se esfuerce, no podía ayudarme con cosas como peinados, ropa y maquillaje. Si dependiera de él, iría siempre vestida con jeans, tenis y una camisola del equipo de béisbol de Nueva York, los Yankees, y además comería pizza a diario. Emma, sin embargo, rezumaba fineza. Sin duda era una de las chicas más guapas del salón con su pelo por debajo de los hombros, rubio y sus ojos verdes. También tenía muchísimo estilo y afortunadamente para mí, compartíamos talla, que podría ponerme su ropa, aunque ella está más desarrollada que yo. Al menos, tendía a alguien a quien pedirle consejos cuando me tuviera que poner brasier. No podía ni imaginar lo incómodo que se sentiría papá en una situación como ésa. Lo incómodos que nos sentiríamos los dos.--Mmmmm...
Traté de recordar que más sabía de Thomas. Ahora, demasiado tarde, tenía la sensación de que me había esforzado poco.
Millie se reunió con nosotras. Sus rizos color marrón oscuro rebotaban en su cabeza mientras recorríamos la cafetería.
--¿Ése es el chico nuevo?
Señalo a Thomas, que comía solo sentado a una mesa.
--Que delgado está --observo Emma.
Millie se río.
--Ya lo creo. Pero no se preocupen, si no engorda con nuestras grasientas hamburguesas, lo hará con nuestro famoso queso en grano y las salchichas.Las tres echamos a andar hacia la mesa de siempre. Thomas nos siguió con la mirada. Estábamos acostumbradas. La gente hacía chistes del tipo: "Una rubia, una castaña y una española entran en...". Yo, sin embargo, prefería pensar en nosotras como "la chica que les da varias vueltas a los chicos, con la que todo el mundo se quiere sentar porque es muy chistosa y la que es el blanco de todos los chismes".
Esbocé una sonrisa rápida en dirección a Thomas, con la esperanza de borrar en parte la mala impresión que debía de haberse llevado de mí por la mañana. El me devolvió un saludo triste. Yo me detuve un momento y, en ese instante, advertí que me miraba con expresión de gratitud. Pensaba que me iba a sentar a su lado o, como mínimo, que lo invitaría a unirse a nosotras. Titubeé sin saber qué hacer. No me apetecía hacer de niñera, pero también sabía lo que es sentirse solo. Y asustado.--Oigan, me sabía mal que se quede ahí solo. ¿Les importa que se siente con nosotras?
Como nadie puso objeciones, me acerque a Thomas.
--Este... ¿Qué tal te fue en la mañana? --le pregunte haciendo esfuerzos por sonreír y ser amable por una vez.
--Bien.
Por el tono de su voz, era obvio que le había ido de todo menos bien.
--¿Quieres sentarte con nosotras? --señalé nuestra mesa con un gesto.
--Gracias --respiro aliviado.
Pronto, la atención que despertábamos fue sustituida por chismes del estilo de "sé cómo pásate en realidad las vacaciones de verano".
Thomas se sentó a mi lado y pilotes su comida con aire cohibido. Dejó la mochila sobre la mesa y advertí que llevaba un pin prendido a una tira.
--¿Eso no será...?
Me mordí la lengua. ¿Qué posibilidad había de que aquello fuera lo que creía que era? Demasiada casualidad.
Thomas se dio cuenta de que estaba mirando su pin de "MANTÉN LA CALMA Y SIGUE COLGADO".
--Ah, este... Es una serie de televisión increíble... --empezó a explicar.
Yo apenas pude contener la emoción.
--Buggy y Floyd. ¡Me encanta esa serie!
Se le iluminó la cara.
--No es posible... Nadie conoce Buggy y Floyd. ¡Es alucinante!
Era alucinante.Buggy y Floyd trata de las payasadas de Theodore "Buggy" Bugsy y su primo/compañero de piso Floyd. En casi todos los episodios, Buggy se mete en algún lío absurdo del que Floyd tiene que rescatarlo. Y Floyd siempre se está quejando de la situación, de Buggy y de la sociedad en general.
Noté que una sonrisa se extendía por mi cara.--Sí, la familia de mi mamá vive en Irlanda. Vi la serie hace un par de veranos, cuando fui de visita. Tengo los DVD en casa.
--¡Yo también! Un amigo de mi papá es director de desarrollo de una productora y está pensando en adaptarla para pasarla aquí.
Gemí. Odio que adapten una buena serie inglesa a los Estados Unidos. A veces, el humor británico es intraducible y todo se convierte en una tontería.
--Lo estropearán --dijimos Thomas y yo al unísono.
Durante un segundo, nos quedamos con la boca abierta. Luego nos echamos a reír.
--¿Episodio favorito?
Thomas se había echado hacia adelante, ahora más relajado.
--Buf, hay muchos. Ése en el que la hermana de Floyd está a punto de dar a luz...
--Que me cuelguen si sé de dónde sacar agua hirviendo a menos que cuente una raza de té --Thomas logró el acento londinense.
--Sí --palme la mesa con fuerza.
--¿Qué está pasando aquí? --perpleja, Emma nos miró por turnos.
--¿Te acuerdas de esa serie inglesa que siempre les digo que tienen que ver?
--¿Ésa? --Emma negó con la cabeza como hacía siempre que mis pequeñas excentricidades la divertían. Se volteó hacia Thomas--. ¿La conoces?
Él se río.
--Sí, es brutal.
--Ajá --Emma arrugó la nariz--. Es adorable que tengan algo en común.
--¡Común! --bufó Thomas--. Ya sé que no soy la reina de Inglaterra, pero desde luego no soy común.
Era otra cita de la serie.
--Un engorroso vulgar y corriente, eso es lo que eres --terminamos los dos.
Emma nos miró como si fuéramos dos bichos raros. Millie sonreía divertida.Platicamos un poco más sobre nuestros respectivos veranos y, cuando llegó la hora de irnos, me aseguré de que Thomas supiera dónde estaba su siguiente clase. Esta vez, cuando preguntó: "¿Nos vemos luego?", descubrí que no me horrorizada la idea. Sería bastante padre tener un amigo que no compartía los gustos de la mayoría.
Emma se río cuando dejamos las charolas en la cinta transportadora.
--Parece ser que tu nuevo novio y tú tienen muchas cosas de que hablar.
--¡Para ya! Sabes muy bien que no es mi novio.
--Claro que lo sé, pero toda la cafetería vio su pequeña fiesta de reconciliación.
Seguro que tenía razón. A estas horas, todo el mundo estaría comentado nuestra animadísima conversación. Sin embargo, me daba igual. Prefería mil veces ese tipo de chismes a los que habían proliferado a mis espaldas el curso anterior.~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~
Hasta aquí por hoy nos vemos la siguiente semana, si tiene apoyo trataré de subir dos o tres veces por semana actualizaciones 😁
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¿Y si quedamos como amigos?
FanfictionAdaptación del libro con mismo nombre de la autora ELIZABETH EULBERG ¿Es posible que un chico y una chica sean sólo amigos? ¿O están siempre a una pelea de no volverse a hablar jamás y a un beso de distancia del verdadero amor? T/N y Thomas se hici...