V.

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"No había momentos malos a tu lado, solo eran momentos en donde el miedo, enojo y temor a perderte se apoderaban de mi corazón, solo habia momentos en los que pensaba que hacia todo mal y te perdía sin aún tenerte

Cada día agradecía a la vida porque me elegías, sin presión, libremente, tu corazón me elegía, y solo deseaba que cada día de tu vida así fuera hasta el último

Mejore mucho, cada día mejoraba para mí misma y poder ofrecerte mi mejor versión porque solo quería ofrecerte cosas hermosas, cosas que sumaran a tu vida

Era feliz, era completamente feliz

Y ahora no sé quien soy
Estoy completamente perdida
No sé que hacer
No puedo seguir"

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El día siguiente de clases Hwang no se presentó en el instituto, Kim estaba agradecida, no tenía el valor de mirarla a los ojos, ¡vaya! ni de escuchar su nombre. Se había ido a la cama con un dolor en el corazón y un nudo en la garganta, sin dejar de pensar en todo lo que había sucedido esa noche.

En como se había comportado con Hwang, en aquel impulso y necesidad que tuvo, en el fuerte golpeteo de su corazón al sentir los labios de aquella chica. Había sido tan hermoso y trágico al mismo tiempo 

Pero no podía ser como ella, tenía miedo, ¿Qué pasaría con su padre? seguro se avergonzaría de ella, su madre podría sufrir un dolor en el corazón, seguro la comunidad la rechazaría y que decir de la iglesia, no quería ser excomulgada ni irse al infierno, no quería ser rechazada por ser anormal, y en el peor de los casos sus padres pensarían que estaba volviéndose loca y la llevarían al nosocomio 

No estaba loca, solo tenía que controlar la tentación que seguro era el demonio quien la estaba incitando al pecado, pero tenía que ser fuerte como le había enseñado el padre. Pero ¿Cómo ser fuerte ante la sonrisa de lado de Hwang? ante su mirada que brillaba como un diamante ¿Cómo ser fuerte antes el delicioso aroma de EunBi? ante sus besos dulces....

-Te sucede algo Yewon? -Preguntó su amiga Yuna

Yewon la miró, agitó su cabeza y se concentró en su amiga

-¿Que? ¿A mi? No.... -respondió y continuó comiendo su emparedado -Mejor cuéntame ¿Cómo fue todo con Yuri?

-No sabemos nada de ella, no sabemos a donde fue ni en donde está, mi mamá dice que seguro se fue con esas sectas que hacen culto al demonio, bueno todos creemos eso, así es que el día de ayer nuestra casa nuevamente fue bendecida por dios y sus ángeles, estamos a salvo y libres de toda amenaza y también estamos protegidos para que cualquier persona anormal no se pueda acercar a nosotros porque Dios los alejará y nos cuidará -Yewon solo la miró sin poder concebir lo que estaba diciendo su mejor amiga -Y también oramos por ti y tu familia, así es que no te preocupes

-Gracias -Dijo Kim sonriendo "¿Será que por eso el día de ayer había hecho que Hwang se fuera y no regresara más? ¿El poder divino fue que la ahuyentó?" Pensó. Estaba sorprendida por los poderes de Dios, pero estaba preocupada y solo deseaba que aquellas oraciones funcionaran y no caer nuevamente en la tentación ni en las garras del demonio 

Prefirió no hablar con nadie sobre lo sucedido, eso sería algo que se lo llevaría a la tumba, no quería tener problemas por culpa de Hwang

Los días siguientes la mayor evitaba a toda costa a la menor, estaba decidida a borrarla de su mente y eliminar cualquier sentimiento hacia ella. Había acordado consigo misma alejarse tanto como fuera posible. Yewon no era un apersona por quien, a su parecer, tuviera que esforzarse y dejar todo de lado.

Lágrimas del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora