Un Afortunado Accidente - Sasunaru

🍥Olvido🍥

La lluvia caía en Konoha, el viento parecía hacer presencia, algún tipo de tormenta estaba avecinandose por lo que todos en la aldea se dedicaban a prepararse para ello, Naruto no era la excepción, se había ido de compras junto a Hinata y Sakura, ambas aun le ayudaban al Hokage en el aspecto familiar, aquel niño de ya un año de edad estaba comenzando a moverse, por lo tanto la ayuda se tenia que triplicar.

— Naruto-kun... Enserio, creo que deberías vivir con nosotros un tiempo...

— Pero qué dices, puedo sobrevivir por mi cuenta.

Justo al decir aquello, el pequeño Menma que ya comenzaba a caminar, se acercaría a uno de los clásicos juguetes que vendía la tienda, dada su curiosidad, lo tomaría entre sus manos y con una expresión divertida comenzaría a destruirlo. Cuando el dueño se dió cuenta ya era tarde, las piezas del muñeco que estaba en venta se hallaban esparcidas por doquier; viendo de quien había sido obra, lo único que podía hacer era lamentarse en voz baja.

- Ho-Hokage-sama, disculpe que lo moleste pero...

El rubio se voltearia para mirar a su retoño sentado en el suelo a punto de comerse una de las partes del recién destruido juguete, a lo que rápidamente se tiraria a tomar sus manos y quitarle lo que estaba por entrar en su boca; finalmente con su mano sacudiria la tierra pegada y lo mantendría en sus brazos, su mirada ahora se enfocaba en el vendedor.

- Señor! mire lo que está ahí tirado, recoja su basura, cualquier niño podría venir y asfixiarse con eso-ttebayo

Dicho eso, el ojiazul se iría junto a la Hyuga y la Haruno hacia la salida de aquel mercadillo, dejando al viejo de la tienda completamente confundido de lo que acababa de pasar, pero no habia nada mas que hacer, así que soltando un suspiro comenzaria a limpiar todo. 

Harian una parada en el hospital de Konoha para dejar a Sakura, luego de despedirse, la ex pareja caminaba en rumbo al antiguo hogar que compartieron alguna vez, ambos se hallaban callados, pero no habia ningun tipo de tension entre ambos, puesto que su matrimonio habia culminado de buena manera, pero aun le resultaba un poco dificil mirar a aquel niño, era la viva imagen de los dos hombres. Al llegar a la residencia, Hinata lo miraba algo preocupada, pues realmente estaba lloviendo fuerte.

- ¿No es mejor que te quedes hoy? Puede que se enfermen...

- No te preocupes, llegaremos rapido-ttebayo

Dicho aquello, la pequeña familia se iria en direccion a su casa, era fin de semana, dias en los cuales solia pasar tiempo con Boruto y Himawari, pero el rubio menor se habia tenido que ir a una mision desde hace dos dias y por su parte, la mas pequeña se habia ido a casa de su abuelo a visitarlo, de cierta forma, el Hokage los extrañaba como cualquier padre, pero no habia nada que pudiera hacer.

Casi llegando a casa, recibiria una llamada de nadie mas y nadie menos que de la pelirosada que hace rato habia visto, cosa que seria por demas bastante raro, por que habria de llamarle en aquel momento?; contestaria el telefono y responderia de forma casual, esperando que nada fuera de lo común estuviese sucediendo. - Sakura-chan? - dijo.

-Naruto... ¿Ya llegaron a casa?- respondió la ojiverde, oyendose algo apagada y ansiosa.

- Estamos a unos pasos, ¿por qué?

- Deberias venir al hospital... Es urgente, te esperaré en la recepcion. 

Fin de la llamada.

El Uzumaki estaba bastante confundido, mas por el tono con el que hablo, asi que preocupado regresaria hacia aquel hospital al que habia ido durante toda su vida, preguntandose que tipo de asunto se encontraria al llegar; intentaba que tanto él como su querido Menma no se mojaran con las gotas que caian de aquel nublado cielo, tan gris como la noticia que estaba por recibir. Proximamente llegarian, y la recepcionista pediria a las enfermeras que les dieran algunas toallas para secar algunas partes mojadas de la ropa del Hokage, ayudando tambien a cuidar al pequeño Menma mientras que la mayor autoridad se encontraba con la pelirosada, quien se hallaba recargada en la pared con una expresion sombria.