01. Autobús azul

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El cine era un lugar el cual siempre quiso ir pero su abuela le decía que era innecesario debido al tamaño de su televisor, además de que era peligroso salir solo y tener que intercambiar palabras con gente indecentemente común. Había quedado con Junmyeon encontrarse en su balcón a las 12 de la noche. Sería la primera vez que saldría de casa sin supervisión, sentía adrenalina romper las reglas. 

Estaba listo, tenía puesto una camisa de un verde pálido y unos jeans sueltos, quería bolsillos grandes para guardar su dinero.

Estaba seguro que sería el mejor día de su vida.

De forma disimulada se peinaba con sus manos frente al espejo, no quería aceptarlo pero verse bien para Junmyeon era su objetivo. Esa mañana lo vió cuidando de unos pajaritos que se habían caído de su nido, Yixing estaba volviendo a caer por la sonrisa traviesa del castaño.

No sabía si caliente era la palabra adecuada para describirlo.

Luego de su incidente y su acuerdo, Junmyeon estaba más pendiente de lo que hacía el chinito, lo cual significaba que no podía ni espiarlo tranquilo desde su ventana. 

Rayos, truenos y centellas.

Mientras afrontaba su realidad, pensó en la persona cual vió con Junmyeon tratando de fornicar en la sala, por lo poco que pudo ver debido a que el jardinero estaba encima del desconocido, era que no era una fémina, no era una señorita menos una señora, esa persona era un joven, un chico, lo sabía ya que sus facciones eran mas torpes.

Lo cual significaba que a Junmyeon le gustaban los chicos también.

De manera inesperada un fuerte sonrojo se apoderó del rostro del chinito.

No seas un tonto, Yixing, Junmyeon es un idiota.

Sí, Junmyeon era un idiota cual no tenía un mínimo respeto, seguía hablándole de forma informal. Lo cual estaba mal ya que Yixing era el hijo del su jefe, lo cual lo convertía automáticamente en su jefe. No debería tutearlo con esa desfachatez.

—¿Por qué demora tanto?—Yixing daba vueltas en su habitación esperando al pelinegro que entrase por el balcón.

Pasaron diez largos minutos para que Junmyeon al fin llegase.

 Para mala suerte del coreano, Yixing lo esperaba con las manos cruzadas y con el ceño muy fruncido.

Tenía que hacerse respetar como autoridad.

—Contraseña—Dijo Yixing tomando las manijas de la puerta del balcón, no le iba a abrir sin que diga la contraseña, era muy importante, ya que tendrían una salida confidencial.
El pelinegro tenía mucha imaginación, a veces creía que los que escribían en los libros, era verdad.

—No jodas, Yixing, puedes verme, la puerta es transparente—Masculló Junmyeon intentando abrir la puerta.

—Contraseña.—Repitió Yixing.

Sí, demostrarle quién manda, muy bien Yixing - Se alentó asimismo.

—No sé

—Es mi color favorito.—Sonrió Yixing, se estaba divirtiendo.

—No sé cual es tu color favorito.

Notó pronto la molestia de Junmyeon, que aburrido pensó. De todas formas, lo atractivo seguía en él.

—La contraseña es azul, no lo olvides.—Dijo el pelinegro abriendo por fin la puerta.

—Ahora veo por qué tu abuela no te saca a la calle.—Susurró lo suficientemente bajo para que Yixing no escuchara.

Contraseña de media noche [Sulay Fest 2021]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora